La operadora minera FMC Lithium Corp anunció un programa de inversiones por 100 millones de pesos para terminar de desarrollar el proyecto de litio “Sal de Vida”, en el oeste de Salta.
El anuncio fue realizado por el presidente de la compañía, Daniel Chávez Díaz; el gerente financiero, Fernando Ruiz Moreno, y el gerente de logística, David Valdez, ante el secretario de Minería de la Nación, Jorge Mayoral, durante una reunión mantenida días atrás en dependencias de ese organismo del Ministerio de Planificación Federal.
Los ejecutivos detallaron que dicha inversión se destinará a incrementar en un 30 por ciento la producción extractiva, como así también a sumar mayor empleo directo, el cual pasará de 240 a 310 fuentes de trabajo, un 25 por ciento más que lo que se había previsto inicialmente.
Desde la Secretaría de Minería de la Nación se indicó que el proyecto “tendrá una fuerte incidencia en la economía de la provincia de Salta”, ya que se destinarán 21 millones de pesos a la satisfacción de la logística y otros 21 millones de pesos en pagos de salarios.
En la actualidad, el litio es considerado un elemento estratégico para la construcción de nuevas tecnologías digitales, ya que forma parte esencial en el funcionamiento de pilas y baterías recargables, que brindan energía sin afectar al medio ambiente y contribuyen a evitar un incremento en el proceso de calentamiento global.
El proyecto “Sal de Vida” está focalizado en la zona de los salares del Hombre Muerto y de Diablillos y apunta a producir principalmente carbonato de litio para colocarlo en distintos mercados internacionales.
Las reservas
El 90% de las reservas de litio del mundo se encuentran en los salares ubicados en Bolivia, Chile y Argentina. Los salares han sido, en la antigüedad, grandes lagunas de agua salada que, cuando se retiró el mar, dejaron estos depósitos de sal. Si bien el grueso se trata de sales de sodio (utilizada en la cocina), éstas están asociadas con sales de litio y, en algunas zonas, con sales de potasio.
El mayor reservorio detectado está en Bolivia, en el departamento de Potosí, y es el salar de Uyuni, con una superficie de 12.000 kilómetros cuadrados, donde está asociado con boro, magnesio y potasio. Además, Bolivia cuenta con varios salares más. El caso de Uyuni es muy interesante porque en 1992 el gobierno de ese momento intentó privatizarlo y la comunidad cercana se opuso, ya que es un sitio turístico.
Se estima que las reservas de litio del Salar de Uyuni alcanzarían a 5,4 millones de toneladas, valuadas en U$S 515.000 millones, aunque los precios se han multiplicado por 10 en los últimos cinco años y podrían seguir creciendo. Por esto, y rememorando la “fiebre del oro”, algunos se animan a pensar que Bolivia está en condiciones de ser el Dorado del Siglo XXI en veinte años más.
En Chile, el principal reservorio es el Salar de Atacama, con una superficie de 3.000 kilómetros cuadrados, pero además existen una veintena de salares más, dispersos en la zona de Antofagasta y Tarapacá.
En el caso de Argentina, hay más de diez salares ubicados en las provincias de Salta, Jujuy, Catamarca y San Juan. Los más reconocidos son el Salar del Hombre Muerto y el Salar de Arizaro, en Salta, y el Salar de Antofalla, en Catamarca.