El aparato eVTOL inicia en Brasil una fase de ensayos con la vista puesta en la certificación y la entrada en servicio en 2027.
Eve Air Mobility, la filial de aeronaves eléctricas del fabricante brasileño Embraer, ha realizado el primer vuelo de su prototipo eVTOL a escala completa en un ensayo no tripulado en las instalaciones de pruebas de Gavião Peixoto (estado de São Paulo) el 19 de diciembre. El hito abre la fase de vuelos de un programa que aspira a culminar con la certificación de tipo y las primeras entregas en 2027, tras un calendario ya retrasado respecto a los planes iniciales.
Un primer vuelo que abre la fase decisiva de pruebas del eVTOL
La compañía explica que el vuelo inaugural confirmó la integración de sistemas clave, entre ellos el control digital de vuelo (fly-by-wire) de quinta generación y los rotores elevadores de paso fijo. El director general, Johann Bordais, lo calificó de “hito histórico” y sostuvo que el ensayo “valida” la hoja de ruta para llevar el producto al mercado.
El director de Tecnología, Luiz Valentini, detalló que el equipo verificó las leyes de control y la integración de los ocho rotores elevadores, además de registrar datos sobre gestión de energía, respuesta dinámica y huella de ruido (variables que condicionan desde el consumo hasta la aceptación social en entornos urbanos). «El prototipo se comportó como predecían nuestros modelos», afirmó.
Certificación (ANAC como autoridad principal y validación de FAA y EASA)
El salto del taller a la operación comercial depende, sobre todo, de la certificación. Eve sitúa a la Agencia Nacional de Aviación Civil de Brasil (ANAC) como autoridad principal del proceso y afirma que coordina el trabajo con reguladores “validadores”, entre ellos la FAA de Estados Unidos y EASA en Europa.
El expediente brasileño no parte de cero. ANAC hizo oficial en 2022 el inicio del proceso de certificación de tipo del modelo EVE-100, al validar la primera solicitud recibida por el regulador para una aeronave con características de despegue y aterrizaje vertical. En aquella comunicación, la autoridad describía un diseño con ocho rotores para el despegue y aterrizaje vertical y dos rotores para el desplazamiento horizontal, además de subrayar la dimensión internacional del trabajo de certificación.
Aun así, el calendario realista lo marcarán las campañas de ensayo y la capacidad de demostrar seguridad y fiabilidad en escenarios cada vez más exigentes. El regulador brasileño ya había señalado este año que 2027 era un horizonte verosímil para la certificación, y Reuters sitúa ese plazo como referencia dominante en el sector.
Pedidos, financiación y el reto industrial de llevarlo al mercado
Eve llega a esta fase con tracción comercial por anticipado. Reuters cifra en “casi 3.000” los pedidos previos acumulados antes de la producción. En paralelo, la empresa presenta su respaldo financiero como una de las bazas para completar el camino regulatorio y preparar la industrialización. En un comunicado reciente, Eve afirmó que, desde 2022, el banco público de desarrollo BNDES ha aportado más de 240 millones de dólares en financiación a la compañía, además de una nueva línea de deuda anunciada en diciembre.
En el plano empresarial, Reuters también destaca una base de inversores en la que figuran United Airlines, BAE Systems, Nidec, Thales y Acciona, junto a Embraer y el propio BNDES. El mensaje de la compañía insiste en una ventaja comparativa clásica, experiencia industrial y de certificación acumulada por Embraer a lo largo de décadas, con el argumento de que no se trata solo de volar, sino de operar con regularidad, mantenimiento predecible y costes controlados.
Una carrera global con cuellos de botella (baterías, infraestructura y aceptación social)
El primer vuelo de Eve llega en plena carrera internacional por convertir los eVTOL en un servicio urbano viable. El Financial Times encuadra el movimiento en un mercado que ha atraído inversiones relevantes en los últimos años y cita la competencia de empresas como Joby y Vertical Aerospace.
El debate, sin embargo, va más allá del prototipo. La infraestructura necesaria (vertipuertos, suministro eléctrico, integración en la gestión del tráfico aéreo y reglas operativas) se ha convertido en una condición tan crítica como la batería o la aeronavegabilidad, tal y como reconocen reguladores y analistas al hablar del calendario de 2027. También en el ecosistema mediático especializado y divulgativo se repite la misma advertencia, con ejemplos recientes sobre la aceleración de los ensayos en Europa y la necesidad de que el despliegue vaya acompañado de inversiones en suelo, no solo en aire.
