Tesla habría cambiado su combustible y no por el hidrógeno. Se extrae del aire y es futurista. Una noticia que ha hecho eco en el mundo tanto como la trama oculta de su batería de 250.000 km. Aunque la electricidad se esté imponiendo rápidamente en el panorama de descarbonización actual, existen otras alternativas que están arrasando y que podrían hacer cambiar de opinión a los gigantes automovilísticos.
Un ejemplo de esas vías alternativas es el combustible sintético, verde o simplemente ‘e-fuel’. Pese a seguir un proceso de creación completamente diferente al de las refinerías de crudo, permite el correcto funcionamiento de los motores de combustión interna de los coches convencionales de forma igual de eficaz que los combustibles tradicionales, pero sin contaminar.
Entre los aspectos más atractivos de apostar por los combustibles sintéticos está el hecho de que los motores de los vehículos actuales no necesitan ninguna modificación para funcionar con este tipo de combustible verde. El proceso se torna sencillo. En primera instancia, se consigue hidrógeno a partir de agua a través de electrólisis, un proceso que necesita mucha energía, pero que se puede ejecutar con electricidad limpia, recibido a partir de energía eólica o solar. Después, la instalación productora de e-fuel captura el CO2 libre en la atmósfera, retirando de la misma este gas de efecto invernadero.
Este procedimiento permite dejar pasar el aire con un filtro cerámico, similar al catalizador de un coche, pero con unos canales de flujo que usan una sustancia química para retener las moléculas de CO2. Cuando todos los espacios se encuentran plagados de CO2, el filtro se cierra y caliente. El calor libera el CO2, que puede ser aspirado a un depósito. El último paso es la combinación de CO2 con hidrógeno para obtener metanol, la base del nuevo combustible sintético.
Un modelo de Tesla no eléctrico: apuesta por otro combustible que nadie hubiera imaginado
En este contexto, Obrist logra convertir un Tesla Model Y en un modelo híbrido que utiliza, entre otros combustibles, combustibles sintéticos (con la base de metanol). La compañía de ingeniería austriaca Obrist Group ha demostrado su capacidad para convertir un coche 100% eléctrico en híbrido. Años atrás, presentó el Tesla Model Y híbrido ante el mundo. Lo hizo en la feria de movilidad alternativa IAA de Múnich, instancia en la que mostró su tecnología de reconversión bajo el nombre “Hyperhybrid”. El primer paso realizado fue la instalación de un motor de combustión de pequeña cilindrada. Se trató de un bloque de dos litros y 999 centímetros cúbicos, cuya función principal es funcionar como un generador.
A través de la quema de combustibles, también de combustibles sintéticos como los mencionados para hacerlo más sostenible, el motor/generador desarrolla una energía que se almacena en una batería ubicada (escondida) tras los asientos traseros con 17,3 kWh de capacidad, un número mucho más bajo de lo que acostumbra a llevar el Tesla Model Y. Desde esta localización, se manda a un motor eléctrico trasero con 100 kW, 136 caballos. Este motor eléctrico es el responsable de la movilidad del vehículo.
A simple vista, el Model Y Hyperhybrid pierde gran parte de su atractivo. La reducción de su potencia es notable, además de su autonomía eléctrica. Obrist anunció en su momento que el rango eléctrico de su Tesla apenas llega a los 90 kilómetros, aunque este dato se compensa con sus 1.000 kilómetros de autonomía total.
Nunca pensaste ver un Tesla en estas condiciones: hasta dónde llega el híbrido de Obrist
La firma enfatiza los resultados derivados de sus pruebas, donde se han logrado culminar trayectos con un consumo medio de 3,3 litros/100 km, con unas emisiones de gases contaminantes negativas de 24 gramos por CO2 por kilómetro. Esto quiere decir que no solo no contamina, sino que durante su ciclo de vida brinda aire limpio a la atmósfera. Aunque el generador es la principal fuente de alimentación, también existe la posibilidad de movilizarse sin él, puesto que las baterías pueden recargarse con un enchufe normal, por lo que también puede hablarse de híbrido enchufable.
Obrist ha mostrado una nueva cara del modelo de Tesla con un fuerte cambio de combustible, donde el metanol tiene un lugar protagonista. Un “experimento” que recuerda al rediseño de otro Model Y que realizó Alemania.