Los expertos, sin embargo, esperan que ambos países anuncien al menos planes de cooperación para frenar las principales causas de la deforestación en Brasil, donde se encuentra la selva tropical más famosa del mundo.
Es improbable que Brasil fije una fecha para lograr un nivel de deforestación neta cero, algo que solicitan ecologistas, en la declaración climática conjunta de Washington y Brasilia que será emitida la próxima semana cuando la presidenta Dilma Rousseff visite a Barack Obama en Estados Unidos, dijeron especialistas.
Los expertos, sin embargo, esperan que ambos países anuncien al menos planes de cooperación para frenar las principales causas de la deforestación en Brasil, donde se encuentra la selva tropical más famosa del mundo.
Brasil y Estados Unidos planean emitir una declaración conjunta expresando el compromiso de ambos países con el éxito de la Conferencia sobre Cambio Climático de Naciones Unidas, que se realizará más adelante este año en París.
El texto debería «indicar qué están dispuestos a hacer los dos países para garantizar que la cumbre rinda frutos», dijo el jueves a periodistas el funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil Carlos Paranhos, sin entregar más detalles.
Brasil ha logrado reducir marcadamente la deforestación en los últimos 10 años, pero cada año se pierden cerca de 5.000 kilómetros cuadrados de selva.
«Está muy claro por las conversaciones que tuve con miembros del Gobierno de Estados Unidos que el cambio climático está muy arriba en la agenda de esta reunión bilateral», dijo el director gerente de Climate Advisers, Michael Wolosin.
Obama ha logrado avances significativos para reducir las emisiones en su país recientemente, agregó, destacando que la reunión ofrece una oportunidad para que los países acuerden pasos concretos para reducir la pérdida de bosques.
Tasso Azevedo, un consultor forestal y climático en Sao Paulo, dijo que no hay señales de que Rousseff proponga algo como un congelamiento de la deforestación en la reunión, pero sostuvo que cree que Estados Unidos podría jugar un rol en el tema.
«Ellos pueden presionar a las corporaciones estadounidenses para que dejen de comprar cualquier cosa que tenga relación con las tierras que han sido deforestadas ilegalmente», refirió.
Azevedo también cree que Estados Unidos podría sumarse a mecanismos basados en resultados, como el Fondo Amazonia de Brasil.
El fondo recibe donaciones de países para financiar programas para luchar contra la deforestación. Los resultados se miden y los donantes reciben certificados relativos a la cantidad de emisiones de carbono que evitaron al financiar la prevención de la deforestación.
Hasta el momento, sólo Noruega y Alemania han contribuido con el fondo.
ep