En 2019 elAyuntamiento de Lliçà de Vall(Vallés Oriental, Barcelona) se puso en contacto con FAADA (Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales) para solicitar ayuda con elgrupo de cerdos vietnamitas, una veintena de animales, considerados fauna invasora, y que se movían sueltos por el municipio y suponían un riesgo de accidentes de tráfico.
La fundación de protección animal ofreció realizar unagestión ética y amparada por la legislación vigentepara capturar a los animales y trasladarlos a un centro autorizado por la Generalitat de Catalunya con identificación, vacunación, esterilización y analíticas sanguíneas realizadas.
A pesar de las dificultades inherentes a la coordinación de todos los implicados y la gran cantidad detrámites burocráticosque se requieren para este tipo de rescates, FAADA y el ayuntamiento firmaron un contrato para que FAADA organizase el rescate.
El equipo de Vets&Wildlifelogró con mucho esfuerzo e insistencia,y empleando varias semanas en la tarea,coger a los animales, que se encontraban dispersos por varias localizaciones del municipio. En el momento de la captura se les implantaba el microchip, la vacuna, se les sacaba sangre y se castraba a los machos.
A medida que se capturaban, los animales se trasladaban a la residencia canina Lord Can, el único centro de paso que autorizó la Generalitat, donde esperaron hasta obtener los resultados de todas las analíticas. Las hembras se esterilizaron a través deLaparoendoveten las clínicas veterinariasSelvatics yPrat de Cunit.
Mientras tanto, la fundación ayudó aacondicionar un espacioen el refugio La Casita de Lluvia para que el centro pudiese acoger a los animales de forma permanente y para quecumpliese con la normativa en cuanto a fauna invasora y sanidad animal. Finalmente, la Generalitat autorizó al refugio como centro habilitado para la acogida de cerdos vietnamitas y se pudorealizar con éxito el traslado.
Según indicaMíriam Martínez, veterinaria responsable delÁrea de Animales Salvajes de FAADA: «celebramos haber vuelto a salvar a un grupo de cerdos vietnamitas que, abandonados primero y ninguneados por la sociedad después, suelen estar condenados al sacrificio por las administraciones”.
Desde FAADA celebran y agradecen que en este caso, las administraciones, junto a los expertos correspondientes, los vecinos de Lliçà y el santuario que los acoge, hayanhecho posible este rescate, ejemplo de gestión ética para un problema que empieza a ser común en demasiados municipios.