- Está previsto que se planten alrededor de 7.000 árboles en el Parc Natural de l’Alt Pirineu entre 2021 y 2022
- Con esta acción, además de mejorar directamente el hábitat de estos plantígrados, se contribuye a conciliar su convivencia con las actividades humanas
Endesa y la Fundación Oso Pardo (FOP) colaborarán, una vez más, en la mejora del hábitat del oso pardo en el Pirineo catalán con la creación de 10 hectáreas de nuevos bosquetes de árboles frutales. Concretamente está previsto que entre 2021 y 2022, puedan plantarse en el Parc Natural de l’Alt Pirineu y su entorno un total de 7.000 árboles frutales, que se encuentran en fase de preparación en los viveros.
Con esta acción, la Compañía amplía por tres años más un proyecto que inició de la mano de la FOP el 2016 y que contribuye, además de a la preservación de estos plantígrados, a mejorar su convivencia con las actividades humanas. El objetivo principal del proyecto es restaurar el hábitat del oso pardo, en zonas que han perdido cobertura vegetal como consecuencia de la intervención humana contribuyendo a su vez a la mejora de la biodiversidad del territorio.
Para lograrlo se pretende crear una red de bosquetes de enriquecimiento y alimentación formados por manzanos injertados de variedades locales, mostajos y cerezos y repartirlos estratégicamente entre las zonas de presencia de osas con crías en las comarcas del Vall d’Aran y Pallars Sobirà, principalmente. De hecho, el año pasado, ya se plantaron 9.150 árboles frutales en estas zonas, como culmen de la anterior edición del programa, que se desarrolló en el marco del proyecto europeo PirosLife.
Hasta hace pocas semanas, técnicos de Forestal Catalana (perteneciente a la Generalitat de Catalunya, y con quien la FOP tiene un acuerdo de colaboración para la producción de planta) estuvieron recogiendo las semillas que se encuentran en proceso de preparación en el vivero de la entidad en Tremp. Allí se cuidarán para que crezcan adecuadamente los plantones.
Después se realizarán sobre el terreno los trabajos de localización y evaluación con la colaboración de los servicios técnicos del Parc Natural de l’Alt Pirineu, y posteriormente, ya el otoño de 2021, se comenzarán las plantaciones en los diferentes terrenos seleccionados, hasta un total de 10 hectáreas. Además, y según los baremos de la Oficina Española de Cambio Climático (OECC) del Ministerio de Transición Ecológica, se estima que el proyecto supondrá una reducción a la atmosfera de 303 toneladas de emisiones de CO2.
En los Pirineos hay una población estimada de algo más de un medio centenar de osos, la mayoría de ellos en el Pirineo Central. El último censo oficial para Pirineos detectó un mínimo de cuatro osas con ocho cachorros en 2019. El oso pardo se encuentra catalogado En Peligro de Extinción y es especie de interés prioritario en la legislación europea.
Los árboles frutales silvestres suponen una fuente de alimentación fundamental para los osos, por lo que disponer de un hábitat rico en este recurso contribuye tanto a mejorar las expectativas de la especie, como a conciliar su presencia con las actividades humanas al asegurarles las fuentes de alimentación en su medio natural.
La colaboración histórica en la Compañía y la Fundación Oso Pardo, entidad privada que trabaja en el campo de la conservación e investigación de la especie, se enmarca dentro del Plan de Conservación de la Biodiversidad de Endesa y se trata de una actuación tanto a nivel ambiental como social enfocada la promoción de desarrollo rural sostenible, la educación ambiental y la protección del oso pardo.