Ayer se debatió y aprobó en el Congreso de los Diputados una nueva Proposición de Ley para modificar el régimen jurídico de los animales, y que sean considerados jurídicamente seres vivos dotados de sensibilidad. Es decir, que no sean considerados «bienes».
Es una buena noticia, pero seguramente creas que esto ya ocurrió, y efectivamente es así, porque ya se aprobó en 2017 una Proposición de Ley del Partido Popular para este mismo cambio de régimen jurídico de los animales, aunque luego la dejaron caducar. Cuatro años han pasado desde entonces, desde que la consideración jurídica de los animales podía haber cambiado, pero no lo hizo porque no les interesaba en absoluto proteger a los animales.
Así que ayer se aprobó, otra vez, en el Congreso de los Diputados la toma en consideración de la propuesta para modificar el Código Civil sobre el régimen jurídico de los animales, para sean considerados seres dotados de sensibilidad. Esta vez la propuesta ha sido del PSOE-Unidas Podemos.
Trámites interminables que no llevan a nada: los animales han tenido que esperar cuatro años
En febrero de 2017 el Congreso de los Diputados apoyó por unanimidad una proposición no de ley que instaba al Gobierno a promover las reformas legales necesarias para crear una categoría especial en el Código Civil donde se definiera a los animales como «seres vivos dotados de sensibilidad». En octubre de ese mismo año, el PP presentó la Proposición de Ley de modificación del Código Civil, que fue pasando por diversos trámites hasta caducar en 2019; una proposición que volvieron a presentar en 2020. Hace solo unas semanas PSOE y Unidas Podemos hicieron exactamente lo mismo y presentaron una Proposición de Ley, que es la que se votó y aprobó ayer.
Entre proposiciones, trámites y tensiones parlamentarias, los animales, como siempre, han sido los únicos perjudicados. Cuatro años llevan esperando a que su consideración jurídica cambie, a que no puedan ser considerados meros bienes muebles ni, por tanto, objetos de embargos o subastas en procesos judiciales; cuatro años desde que se aprobó por unanimidad dicha modificación en el Congreso, y 14 años de retraso, ni más ni menos, desde que la Unión Europea estableciera en el Tratado de Lisboa de 2007 que los Estados miembros deben tener plenamente en cuenta las exigencias en materia de bienestar de los animales como seres sensibles.
A esos cuatro años que llevan esperando los animales que se haga efectiva por fin esa modificación, se suma ahora todo este tiempo de tramitación que queda por delante, y que podrían ser otros dos o más años. Además, algunas de las modificaciones previstas, como la de no afectación en los pactos de extensión de las hipotecas o de inembargabilidad, afectarían únicamente a los animales considerados de compañía, con lo que dejaría desamparados, una vez más, al resto de animales frente a la continua explotación que sufren.
La situación de los animales es una emergencia. La desprotección que sufren todos ellos es escandalosa, y después de promesas dilatadas en el tiempo, todavía esperamos a que el Gobierno tramite y apruebe la prometida Ley de Protección Animal estatal, que es una reivindicación histórica del movimiento animalista.
Sobre su mesa sigue, desde hace tres años, la Ley Cero, a la que ningún partido ha prestado atención alguna. PACMA es el único partido político que defiende todos los días a todos los animales. Seguiremos peleando para conseguir, impulsar y apoyar los cambios legales que necesitan.
Fuente: Pacma