También es más eficaz abordar a escala internacional ciertos temas novedosos como la valorización de los servicios ecosistémicos y de la biodiversidad, que consiste en tratar de calcular el valor de la biodiversidad y de los servicios prestados por la naturaleza. En este caso es improbable que un solo país cuente con la capacidad suficiente para llevar a cabo un programa científico por su cuenta. Así pues, la colaboración europea resulta esencial. Asimismo, BIODIVERSA tiene la capacidad de respaldar proyectos científicos europeos de tamaño complementario al apoyo tradicional de la Comisión Europea a los proyectos integrados, y probablemente sea más adecuado para realizar un trabajo verdaderamente interdisciplinario e implicar a los interesados.
En la actualidad BIODIVERSA reúne a 21 agencias financiadoras de 15 países europeos y está creando un Espacio Europeo de Investigación (EEI) dedicado a la biodiversidad. La actividad fundamental de este proyecto consiste en financiar investigaciones sobre la biodiversidad por medio de convocatorias de propuestas conjuntas. Los proyectos se seleccionan principalmente conforme a dos criterios: la excelencia científica y la relevancia política.
La primera convocatoria conjunta, publicada en 2008, supuso la concesión de más de 14 millones de euros a 12 proyectos dedicados a la dinámica de la biodiversidad y el cambio global, el funcionamiento de los ecosistemas y los servicios ecosistémicos. Los proyectos que recibieron fondos están estudiando los impactos del cambio climático sobre la diversidad; el empleo del fuego para el mantenimiento de la biodiversidad; el efecto de la contaminación, las precipitaciones y las temperaturas en la biodiversidad de las turberas; la eficacia de las zonas y las redes de conservación; y los impactos del cambio climático sobre los insectos.
En 2010, coincidiendo con la designación de 2010 como año de la biodiversidad por la ONU, se publicó una segunda convocatoria dotada de un presupuesto total de 11 millones de euros. Esta versaba en parte sobre las relaciones entre la diversidad y la capacidad de determinado ecosistema para prestar servicios tales como el suministro de agua y alimentos, la regulación climática y la polinización de cultivos, entre otros muchos temas. Pese a existir indicios de conexiones entre la diversidad y los servicios ecosistémicos, éstas son complejas y el conocimiento sobre las mismas rudimentario.
En los planes de BIODIVERSA también tiene cabida la financiación de proyectos que traten sobre nuevas formas de calcular el valor de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos. Normalmente se puede asignar un valor económico claro al suministro de bienes tales como alimentos, combustibles, materiales y plantas medicinales, pero esto no resulta tan sencillo cuando se trata de servicios tales como la regulación del clima o prestaciones culturales tales como las oportunidades lúdicas.
Por último, la convocatoria mencionada financiará proyectos que versen sobre formas de desarrollar políticas tendentes a proteger la biodiversidad y, por ende, a asegurar el desarrollo sostenible a largo plazo de una amplia gama de servicios ecosistémicos esenciales.