«Estados Unidos está dispuesto a ayudar a los japoneses ante esta gran prueba», ha asegurado Obama en un comunicado, asegurando que «la amistad y la alianza entre nuestros dos países es inquebrantable y refuerza nuestra resolución de estar junto con los japoneses mientras superan esta tragedia».
Así las cosas, ha expresado en su nombre y en el de su mujer, Michelle, sus «condolencias al pueblo de Japón, particularmente a aquellos que han perdido a sus seres queridos en el terremoto y los tsunamis».
Asimismo, ha pedido a los estadounidenses en la región afectada que se mantengan alerta y ha dado instrucciones a la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) para que «esté preparada para ayudar a Hawaii y el resto de los estados norteamerianos y los territorios que podrían verse afectados».
Precisamente, los primeros signos de un tsunami han comenzado a llegar ya a las costas de Hawaii, donde el nivel de las olas ha subido considerablemente en las playas del sur de la isla de Oahu, según las imágenes mostradas por la televisión local.
Hawaii ha ordenado evacuar sus zonas costeras y se ha preparado para la llegada del tsunami después de que se produjera el terremoto de 8,9 grados en la escala Richter en Japón, a 6.200 kilómetros de distancia y provocara una alerta de tsunami en la cuenca del Pacífico.
En California, el portavoz del centro de emergencias, Jordan Scott, ha indicado que las olas podrían alcanzar hasta dos metros de altura cuando lleguen a la costa norte de este estado y obligar a algunas evacuaciones.
«Es muy posible que haya algunas evacuaciones», ha señalado Scott por teléfono, citado por Reuters, precisando que la zona norte del estado, próxima a la frontera con Oregon, es la que con toda probabilidad recibirá las olas más altas. Entretanto, en la isla de Guam se ha levantado ya la alerta por tsunami.
ECOticias.com – ep