El objeto del proyecto es disponer de nuevas infraestructuras de atraque para mercancía general en el puerto de Marín, con el fin de dar respuesta a las exigencias tanto actuales como futuras de la flota naval susceptible de utilizar estas instalaciones portuarias, en lo que a calados necesarios para su navegación de refiere.
La ampliación del nuevo muelle comercial permitirá obtener una superficie portuaria de 12.000 m2. Las actuaciones se localizan dentro de las instalaciones del Puerto de Marín. Este puerto se encuentra situado dentro de la ría de Pontevedra, entre las puntas de Pesqueiras y Placeres.
Las obras afectaran básicamente a la configuración interna del puerto, por lo que las corrientes externas a la dársena del mismo no se verán afectadas. En este sentido tampoco se verá afectada la hidrodinámica de las playas ni de los bancos marisqueros cercanos dado que la ampliación de las infraestructuras es una obra interior del mismo puerto.
Para minimizar las posibles afecciones que la propia labor constructiva de las nuevas infraestructuras pueda ocasionar en el medio, se utilizará (siempre que técnicamente sea posible) el sistema de dragado que minimice al máximo la suspensión de materiales finos. Además se instalarán pantallas antiturbidez que garanticen la minimización del incremento de la dispersión de finos tanto en las labores de construcción de las nuevas estructuras como en las de dragado del fondo de la ría.
Durante el tiempo en que se ejecuten las obras, la DIA exige que se depuren la totalidad de las aguas procedentes del entorno portuario que resulten vertidas al mar y que se elabore un compendio de buenas prácticas generales de obra para minimizar el riesgo de vertidos accidentales.
Con el fin de evitar afecciones sobre la biocenosis marina del entorno de la actuación, la DIA establece que se evite efectuar dragados con oleajes superiores al metro de altura o con vientos de componente oeste superiores a 40 km/h. El promotor indica que se situarán barreras antidispersión para evitar que la posible pérdida de calidad de las aguas afecte los recursos marisqueros del banco de Placeres. En todo momento se mantendrá informado al sector pesquero de las actividades de construcción y funcionamiento del puerto para evitar interferencias no deseables con la actividad pesquera.
Dado que las obras de ampliación del muelle comercial no limitarán ninguna perspectiva de la ría y a que (vistas desde el mar) éstas quedarán incluidas dentro del entorno paisajístico portuario actual, no se prevé que produzca ningún impacto significativo en este aspecto.
El proyecto incluye un Plan de Vigilancia Ambiental en el que se detallan las especificaciones necesarias para el seguimiento de las obra. Dicho Plan deberá establecer los adecuados mecanismos de control y prevención de posibles efectos negativos debido al futuro incremento de buques que llevará aparejado la construcción de la nueva infraestructura. Además, se efectuará un seguimiento del banco de Placeres con objeto de determinar el nivel de impacto sobre la actividad marisquera en la zona.