En lo que va de año se han registrado un total de 15.749 siniestros, unos 4.300 más que en el mismo periodo del año anterior. De estos, 10.577 fueron conatos (menos de 1 hectárea); 5.272 fueron incendios (más de una hectárea) y 10 de ellos alcanzaron la categoría de grandes incendios, al superar las 500 hectáreas de superficie arrasada.
Por tipo de vegetación, la mayor parte de las hectáreas quemadas (60.697) eran de superficie matorral y monte abierto, mientras que 18.342 hectáreas eran de superficie arbolada. Además, se quemaron 4.434 hectáreas de pastos y dehesas.
Asimismo, estos fuegos afectaron al 0,302 por ciento del territorio nacional, frente al 0,197 de la superficie afectada a estas alturas del año de 2010.
Respecto a la distribución, el 61,18 por ciento de los incendios se produjo en las regiones del noroeste; el 25,32 por ciento en las comunidades interiores; el 12,87 por ciento en el Mediterráneo y un 0,63 por ciento de los fuegos afectaron a Canarias.
De estos, el 63,02 por ciento de la superficie arbolada ardió en el noroeste; el 21,97 por ciento en el Mediterráneo y el 14,98 por ciento en las comunidades interiores. Respecto a la superficie forestal, el noroeste acogió el 78,25 por ciento de los incendios forestales; seguida del 12,43 por ciento en las comunidades interiores y el 9,25 por ciento en el Mediterráneo.
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