Ecologistas en Acción denuncia el excesivo alarmismo que quieren crear las organizaciones agrarias entorno a los daños en los cultivos causados por conejos y pide a la Consejería de Agricultura soluciones estructurales que pasan por la convocatoria de una mesa de trabajo, la aprobación del plan de gestión del conejo y exigir a los organismos de obras públicas medidas como la instalación de mallas conejeras y la remodelación de taludes.
Un año más, tras terminar la temporada de caza, las organizaciones agrarias protestan en Castilla-La Mancha por los daños que estarían originando en los cultivos una plaga de conejos. Piden no ya que se controlen y cacen los conejos en las zonas afectadas, sino incluso su exterminio. Este clima de presión y alarmismo social, que por desgracia se está convirtiendo en habitual, está generando, a juicio de Ecologistas en Acción, una situación muy peligrosa en los campos y en el medio natural.
La Consejería de Agricultura está dando cada vez más permisos para cazar conejos fuera de la temporada cinegética, y ello está poniendo en riesgo la seguridad del resto de usuarios del medio natural y provocando daños en zonas protegidas, donde no sólo se resta presencia a una especie clave de los ecosistemas, como es el conejo, sino que hay una permanente molestia en plena época de reproducción de todo tipo de especies, particularmente de las protegidas.
Respecto a los daños en los cultivos es obvio que hay un problema que debe afrontarse, y es obvio también que hasta la fecha la Junta ha fracasado en su intento de por la vía de autorizar la caza del conejo reparar la situación y calmar los ánimos. Pero también lo es que la problemática está cargada de informaciones sesgadas y de datos incompletos que no ayudan a plantear soluciones con el criterio técnico adecuado.
Ante estos hechos, Ecologistas en Acción ha pedido a la Consejería, a través de la Dirección General de Montes y Espacios Naturales, que convoque una mesa de trabajo que aborde este asunto con rigor y en la que participen los representantes de todos los sectores interesados. A la mesa de trabajo se habrían de aportar datos contrastados sobre la población del conejo en Castilla-La Mancha y sobre los daños reales que pueda estar provocando en los cultivos. Sobre esta base se debiera retomar el Plan de Gestión de la especie que duerme en los cajones de la Consejería desde hace casi cinco años.
Además, dado que la mayor parte de los problemas por daños están asociados a la presencia de madrigueras en taludes de carreteras y trenes, entre las medidas que propondría Ecologistas en Acción para atajar la situación a largo plazo estaría la exigencia a los organismos de Fomento titulares de esas infraestructuras para que como actuación correctoras de impacto ambiental asumieran el coste de instalación de mallas conejeras protectoras de los cultivos y de la remodelación de los taludes problemáticos para que dejarán de ser aptos para la presencia de madrigueras.