El cambio climático y la contaminación están afectando gravemente a los bivalvos y provocando una pérdida significativa de productividad en los bancos marisqueros gallegos. Estas especies, como almejas, mejillones y berberechos, son clave tanto para la economía local como para el equilibrio ecológico de las costas gallegas. Sin embargo, se enfrentan a amenazas crecientes derivadas de la actividad humana y de las alteraciones climáticas.
La situación exige medidas urgentes, como reforzar la protección ambiental, mejorar el control de vertidos y fomentar prácticas sostenibles en la acuicultura. Medidas que esta semana se pusieron sobre la mesa en la jornada ‘Marisqueo en Galicia: tradición, ciencia y desarrollo económico’,
Defender a los bivalvos gallegos ante la emergencia climática
Diferentes expertos han analizado algunos de los factores que influyen en la mortandad y en la pérdida de productividad en los bancos marisqueros gallegos, entre ellos la subida de la temperatura del agua y la disminución de la salinidad, así como diferentes microcompuestos contaminantes que son vertidos a las rías y otras bacterias patógenas.
«Esperemos que podamos encontrar una solución a un problema que es cada vez más acuciante. Como sigamos así, el marisqueo va a convertirse en una actividad simbólica en nuestras costas«, ha alertado la catedrática de Zoología y profesora del Centro de Investigación Mariña (CIM) de la Universidad de Vigo, Elsa Vázquez, una de las ponentes en esta jornada.
La sección de Ciencia, Tecnología, Naturaleza y Sociedad del Consello da Cultura Galega (CCG) ha sido la encargada de organizar el evento, titulado ‘Marisqueo en Galicia: tradición, ciencia y desarrollo económico’, dedicado a analizar los retos y oportunidades del marisqueo en la región. Durante el mismo, se ha abordado la «preocupante» pérdida de productividad de los bancos marisqueros gallegos debido a la contaminación, el cambio climático y las especies invasoras.
La jornada ha sido inaugurada por la presidenta del CCG, Rosario Álvarez, que ha afirmado que el marisqueo es «un pilar económico para las comunidades pesqueras» de la región, pero también «una práctica que forma parte de la identidad social y cultural de Galicia».
Ha estado acompañada por la coordinadora de esta jornada, la catedrática en Microbiología en la USC Alicia Estévez, que ha afirmado que se trata de «abordar los numerosos desafíos biológicos, ambientales y químicos» que amenazan la producción marisquera en las rías gallegas, así como «identificar las acciones necesarias por parte de la comunidad científica y la Administración para mitigar estos riesgos».
Interesantes expertos
La primera en intervenir, con la ponencia ‘Respuesta de los bivalvos a la nueva normalidad: el marisqueo ante los retos del cambio global’, ha sido la catedrática Elsa Vázquez, que se ha dedicado durante los últimos doce años a investigar y recoger datos sobre la mortandad de los bivalvos en colaboración con diferentes cofradías de las Rías Baixas.
Ha afirmado que el cambio climático ha producido en los últimos años un incremento de la temperatura atmosférica y de la temperatura marina, así como una «mayor intensidad» en las precipitaciones, lo que genera que los bivalvos «sobrevivan» en un contexto de «nueva normalidad». Ha afirmado que este tipo de moluscos están sometidos a un «estrés» que provoca «mortalidades masivas» en la mayoría de bancos marisqueros.
«Se aprecia un descenso y caída en las capturas, explicados por las lluvias torrenciales, que han provocado la bajada de salinidad y la subida de la temperatura del sedimento», ha declarado la experta. Vázquez ha afirmado, sin embargo, que estos factores influyen de diferente forma en los distintos bivalvos, puesto que la almeja japónica, una especie que fue introducida y que «se creía que aguantaba todo», ha descendido bruscamente en los últimos años; mientras que los últimos datos de capturas de almeja babosa y fina «son directamente para echarse a llorar».
En cuanto al berberecho, ha señalado que tiene un comportamiento «más fluctuante», puesto que le afecta mucho «la salinidad» y un parásito denominado merteliosis. Según ha explicado, una salinidad inferior a quince gramos por litro o una temperatura superior a los treinta y dos grados puede provocar la mortandad tanto de almejas como de berberechos.
Además, se ha referido a los efectos «subletales», ya que las capturas no solo están condicionadas por la mortandad, sino también por el estrés de los propios moluscos que, debido a unas condiciones anómalas, mantienen su metabolismo basal y por lo tanto «no gastan energía en crecer o reproducirse».
«Para luchar contra el estrés intentan enterrarse a mayor profundidad o, en el caso de los berberechos, tienden a cerrar las valvas», ha afirmado la experta, que posteriormente ha añadido que con una baja salinidad no consiguen enterrarse y «permanecen en la superficie», lo que les lleva a ser objeto de depredadores. Esto explica el descenso en el stock de bivalvos; mientras que los que sobreviven, al permanecer en estado basal, «no crecen y por lo tanto tardan más tiempo en alcanzar el tamaño comercial».
Por otra parte, el catedrático de Química Analítica Isaac Rodríguez y el investigador postdoctoral en Microbiología de iARCUS-USC Miguel Balado han presentado la ponencia ‘Impacto de la contaminación química y microbiana en la producción de moluscos bivalvos en Galicia’. Rodríguez se ha referido a las estaciones de depuración de agua, que arrojan ciertos vertidos o bien directamente a la ría o a ríos que luego van al mar, con consecuencias «negativas».
Ha dicho que la ría «más productiva» es la de Arousa, pero que existe «una producción diferencial» en zonas «relativamente próximas», que se explican por la «presión diferencial de diferentes contaminantes químicos». Ha asegurado que se detectan aproximadamente unos veinte compuestos microcontaminantes de naturaleza orgánica, la mayoría «residuos de fármacos». Por su parte, Miguel Balado ha hablado sobre las diferentes especies patógenas y bacterias que producen toxicidad o enfermedades en los moluscos y que influyen en su «movilidad, crecimiento o reproducción»
Durante la jornada también ha participado la directora del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Marino de Galicia (INTECMAR), Covadonga Salgado, que ha impartido la ponencia ‘Monitorización y regulación de las aguas de cultivo de moluscos bivalvos. Líneas de actuación de la Conselleria del Mar’; y el científico del grupo de estudios del medio marino del Instituto Español de Oceanografía, Rafael Bañón, con la ponencia ‘Especies marinas exóticas y marisqueo en Galicia’. El evento ha concluido con una mesa la mesa redonda sobre oportunidades del sector marisquero para asegurar su futuro sostenible.
La producción de marisco en Galicia, aunque con esfuerzos de regeneración como la siembra de millones de unidades de almeja desde 2010, ha sufrido un declive notable, especialmente en bancos como el de berberecho en la Ría de Arousa, donde la producción se ha reducido en más de un 50% si se compara con 10 años atrás. EFE / ECOticias.com