Para los ecologistas es especialmente importante resaltar, en fechas como esta, el Día Mundial del Vencejo 2025, la alarmante pérdida de biodiversidad que se produce, de manera progresiva, en nuestro entorno más cercano, ante nuestros despistados ojos de ciudad. Por lo que es necesario algo tan simple como poner en valor maravillas cotidianas que nos acompañan. El vuelo de una colonia urbana de apus palidus buscando su alimento al caer el sol, por ejemplo.
El Vencejo es una especie que cada primavera vuelve a nuestro país a desempeñar su función reproductora desde tierras africanas. Se calcula que en los últimos 20 años ha descendido un 27% en sus poblaciones por lo que, si echamos el cálculo, andaría en riesgo crítico de extinción en otros 40, si no lo remediamos.
Sin embargo, el Vencejo no es especial en esta proyección trágica de desaparición como especie. Otras como la Golondrina o el Gorrión incluso la superan.
En lo que sí que es paradigmático el Vencejo es en el hecho de que mientras los otros nidos son particularmente visibles al tratarse de construcciones exentas bajo aleros o en ramas de árboles y su destrucción es más evidente, los de nuestros amigos africanos van siendo mermados con acciones tan aparentemente inofensivas como sellados de huecos de persianas o de juntas de dilatación, pues anidan únicamente en oquedades.
Los efectos del cambio climático en sus costumbres migratorias, los plaguicidas, herbicidas o las nuevas técnicas de construcción sin oquedades, entre otras causas, fomentan su evolución descendente.
Para los ecologistas es necesario, en un día como este, volcar la mirada sobre la importancia de respetar y proteger lo cotidiano como una forma activa de la ciudadanía para frenar la pérdida de biodiversidad que nos amenaza.
Una biodiversidad insectívora alada que, dicho sea de paso, resulta ser nuestra mejor aliada natural para el control de plagas de insectos y contra la posible propagación de pandemias por esta via. Algo tan de moda, ahora mismo, con la alarma sanitaria provocada por el mosquito tigre y la Fiebre del Nilo.
Día Mundial del Vencejo 2025
Hoy es 7 de junio y toca celebrar el Día Mundial del Vencejo 2025, una de las tres aves migratorias principales, que cada año llegan a nuestro país en cuanto comienzan los primeros calores. Los vencejos, las golondrinas y los aviones cumplen un importante rol en los ecosistemas en los que se instala de forma transitoria para procrear y volver a migrar a finales del verano con su nueva prole. Y se las llama las tres mosquiteras por la cantidad de insectos que ingieren cada día.
Gracias a una iniciativa de una ONG llamada Vencejos Sin Fronteras se instauró el 7 de junio, como el Día mundial del Vencejo. El objetivo de este evento, en esta oportunidad, el Día Mundial del Vencejo 2025, es informar y educar a la población involucrada (de Europa, África y Asia) de los hábitos, la alimentación y de lo importantes que son los vencejos, para conservar el equilibrio del ecosistema terrestre.
Tan singular como apasionante
En el Día Mundial del Vencejo 2025, recordemos que esta es un ave apodiforme, con una conducta migratoria muy singular, ya que es capaz de volar durante tiempos prolongados, alimentándose y durmiendo durante la travesía. La variedad Apus apus apus habita en Europa, la franja mediterránea de África y el oeste de Asia e inverna en África austral. La Apus apus pekinensis vive en Asia central y en China y pasa los inviernos en África oriental.
Por su conformación física es un ave de alimentación rápida, que come insectos y pequeñas arañas a los que caza al vuelo, puesto que en general se alimentan a más de 50 metros del suelo o cerca de cuerpos de agua dulce. Son capaces de alejarse diariamente de su nido varios kilómetros en busca de sustento.
Si bien tradicionalmente los vencejos anidaban en riscos, cuevas, acantilados, huecos de los árboles o nidos reciclados (suyos o de otras especies), gracias al avance humano de corte urbanístico han tenido que adaptarse y a día de hoy suelen anidar en edificios, tejados, azoteas, chimeneas, etc.
Migración
Los vencejos son aves migratorias que recorren enormes distancias dos veces al año para ir de sus zonas de cría hacia las de alimentación y volver. Suelen llegar a Europa a partir de la última semana de abril y durante el mes de mayo y ya a finales de julio y agosto, una vez culminada la etapa reproductiva, comienza la migración otoñal hacia tierras subtropicales africanas, siguiendo las rutas más húmedas, en las que proliferan los insectos.
Peligros
Si bien los vencejos no se encuentran en peligro y la UICN los ha catalogado dentro del rango de mínimo riesgo (preocupación menor), dado su estilo de vida, los pesticidas e insecticidas merman su caudal de alimentos y muchos han muerto por transmisión de la toxicidad al ingerir presas envenenadas.
Otra de las graves amenazas que se ciernen sobre ellos y que debemos tener muy presentes a la hora de celebrar el Día Mundial del Vencejo 2025 es que son aves urbanas, por lo que sus lugares preferidos de anidación son los huecos de los edificios.
Esto implica que la proliferación de edificaciones verticales y acristaladas sin espacios e intersticios y las reformas de los edificios antiguos los dejan sin lugares de anidación, por lo que se pierden generaciones enteras de vencejos.
Estos son los primeros indicios de que una especie está en camino de la vulnerabilidad, que es el primer paso para alarmarnos respecto a su posible desaparición. No dejemos que llegue ese momento, para echarnos las manos a la cabeza. Hagamos algo Ya.
Es fundamental respetar sus nidos, ya que hemos sido los humanos quienes nos hemos entrometido en sus hábitats naturales. Y porque ellos hacen su parte adaptándose y actuando como un excelente plaguicida natural, así que lo menos que se merecen es que los cuidemos y preservemos su especia.