El ‘increíble’ caso de la gallina usada como cebo vivo. La gallina estaba desplumada e inmovilizada junto a dos cámaras y sensores de fototrampeo. Las cuales estaban etiquetadas a nombre de la mencionada Universidad.
A pesar de que la autorización otorgada para la investigación en cuestión permitiese utilizar un animal como cebo vivo, este debía estar en buen estado sanitario y de salud. Algo que no se cumplió al mantener a la gallina atada durante varios días por la cabeza y las patas sin comida ni agua. Este hecho fue constatado por los propios agentes de los Mossos de Esquadra que investigaron los hechos.
Concretamente, en el atestado se indica:
- Que han observado que a unos 8 o 10 metros, lejos de la gallina, había unos cuantos granos de maíz. Pero que en ningún caso la gallina podía llegar a ellos. Y no han visto ningún recipiente con agua ni similar.
- Que los agentes han notado que a la gallina le faltaban plumas en la parte de atrás. Y tenía un cordel que le había causado heridas en todo el cuerpo.
- Que tenía sangre seca en la parte del cuello y estaba completamente desplumada en la parte de atrás.
- Que los agentes han observado que la gallina había sido atada a un poste. Y estaba muy débil para mantenerse en pie.
Maltrato animal
Así que desde FAADA se presentó una denuncia ante la Generalitat de Catalunya. Por entender que el maltrato sufrido por el animal es constitutivo de varias infracciones graves e incluso muy graves, del Decreto Legislativo 2/2008, de 15 de abril. Por el que se aprueba el Texto refundido de la Ley de protección de los animales y de la normativa aplicable a los animales utilizados en experimentación y otros fines científicos. Y que además se incumplen los requisitos de la autorización para el estudio en cuestión.
Pero, inesperadamente, la Generalitat de Catalunya ha notificado de la archivación de las actuaciones del correspondiente expediente sancionador por erróneamente considerar que los hechos no constituyen una infracción administrativa.
Resulta sorprendente que, ante un maltrato animal tan evidente, probado mediante las declaraciones de los agentes que encontraron a la gallina y un informe técnico realizado por un veterinario, la Generalitat de Catalunya no haya incoado un procedimiento sancionador contra los denunciados. El ‘increíble’ caso de la gallina usada como cebo vivo.