El urogallo pirenaico y el urogallo cantábrico son las subespecies de urogallos más primitivas del mundo. Pirineos es el límite sur de la distribución mundial de estas especies que viven en pinares de alta montaña, alimentándose de brotes de acículas, hojas y bayas de arándanos.
Los urogallos presentan un acusado dimorfismo sexual. Los machos son de color negro y marrón oscuro con una ceja roja característica. Las hembras son de color pardo, un 30 % más pequeñas y mucho menos vistosas, ya que para evitar a los depredadores emplea el mimetismo con su entorno (hojarasca, ramas, etc.). Su estatus en la Lista Roja de la UICN es de ‘en peligro de extinción’.
Un equipo compuesto por técnicos de la Generalitat de Cataluña y del Conselh Generau d’Aran y por científicos del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA)/INIA-CSIC, la Universidad de Murcia, la Universitat de Lleida (UdL) y el Instituto Pirenaico de Ecología (CSIC) ha descubierto la exposición de los urogallos pirenaicos (Tetrao urogallus aquitanicus) a fármacos de uso veterinario.
El urogallo expuesto a fármacos
El urogallo pirenaico es un ave sedentaria, extremadamente sensible a los cambios de su entorno. Habita en algunos reductos de los Pirineos, en bosques de pino negro con sotobosques en los que abunda el arándano. Los censos anuales realizados en los últimos años han confirmado un marcado declive de la especie, una tendencia que persiste, pese a las numerosas acciones de conservación y divulgación realizadas. Por esta razón, el urogallo pirenaico está en peligro de extinción, según el Catálogo español de especies amenazadas.
Los resultados mostraron la presencia de antibióticos o antiparasitarios de uso veterinario en todos los bosques estudiados, en un 20 % de las muestras analizadas. Concretamente, los fármacos detectados fueron los antibióticos ciprofloxacina, enrofloxacina, florfenicol y tetraciclina, usados habitualmente para tratar infecciones bacterianas, y también el antiparasitario ivermectina. La presencia de estos medicamentos de uso ganadero en el medio natural indica una contaminación ambiental química de origen humano. Diversos estudios alertan sobre la presencia de fármacos en las heces del ganado, que a menudo se utilizan para fertilizar el suelo. Además, estos fármacos pueden ser absorbidos por plantas que, en algunos casos, terminan en la cadena alimentaria humana.
Fatales consecuencias
Este es el primer estudio que aborda la contaminación ambiental por fármacos de uso veterinario en entornos subalpinos, concretamente en áreas remotas que cuentan con presencia de ganadería estacional. Según Carlos Sacristán Yagüe, investigador del CISA-INIA-CSIC y último autor del trabajo “este estudio demuestra lo extendida que está la contaminación ambiental por fármacos, incluyendo medicamentos que pueden generar resistencias a antibióticos y antiparasitarios que afectan a las poblaciones de invertebrados, uno de los alimentos principales de los pollos de urogallo”.
Otras especies amenazadas
El nivel detectado de ivermectina en una de las muestras de estiércol de ganado está por encima del umbral que causa caídas poblacionales y pérdida de biodiversidad en invertebrados, por lo que futuros estudios deberán contemplar el efecto de este antiparasitario en las especies de insectos que habitan los bosques pirenaicos, y que constituyen pilares fundamentales en la dieta de los pollos de urogallo y en el ecosistema.
Además, numerosos estudios han demostrado que la ivermectina tiene un gran impacto en las poblaciones de insectos coprófagos, como los escarabajos. Estos insectos son fundamentales para la degradación adecuada de las heces, y sin ellos el suelo se transforma en un lugar muy poco productivo, donde abundan las plantas nitrófilas, poco apetitosas para el ganado.
Los resultados del estudio han sido publicados en la revista Ecotoxicology and Environmental Safety y pueden ser de gran utilidad para diseñar estrategias de conservación del urogallo. También podrían servir para modificar la pauta veterinaria antiparasitaria administrada al ganado semi-extensivo, haciéndola menos ecotóxica, favoreciendo la degradación de los medicamentos presentes en los excrementos antes de la fertilización de los pastos y promoviendo el uso curativo de los fármacos en lugar del tratamiento preventivo de todo el ganado.


















