Hasta una balsa de riego había ido a parar un águila imperial que estaba atrapado y tuvo que ser liberado para devolverlo a su hábitat natural en Oropesa, en Toledo. Fueron agentes medioambientales del Gobierno de Castilla La Mancha los que ayudaron a este ejemplar y lo llevaron al Centro de Estudios de Rapaces Ibérica para que fuera tratada de las heridas y lesiones que tenía.
Como comentaron estos agentes forestales, al liberarlo, el animal presentaba signos de hipotermia, estaba completamente mojada al estar atrapada en la balsa de riego y en sus alas se apreciaron lesiones traumáticas ocasionadas, muy probablemente, por sus intentos de salir de la balsa donde estaba atrapada.
Una vez recuperada, se ha puesto en libertad junto a otras dos aves, un cárabo y una lechuza que también han sido atendidas en el CERI, en el paraje de la Ermita Virgen de Peñitas en la localidad toledana de Oropesa.
Rescatado un águila imperial que estaba atrapado en una balsa de riego
El Gobierno regional ha recuperado y devuelto a su hábitat natural en Oropesa (Toledo) un ejemplar de águila imperial tras pasar por el Centro de Estudios de Rapaces Ibéricas, a cuyas instalaciones llegó herida tras ser rescatada de una balsa de riego por agentes medioambientales y donde ha sido tratada de las lesiones que presentaba.
Una puesta en libertad que se ha llevado a cabo junto a otras dos aves, un cárabo y una lechuza también atendidas en el CERI, en el paraje de la Ermita Virgen de Peñitas en la localidad de Oropesa a la que ha asistido el delegado provincial de Desarrollo Sostenible de Toledo, Rubén Torres. Un acto que ha compartido con el alcalde de Oropesa, Rubén Zapardiel, y con los alumnos y alumnas del Instituto de Educación Secundaria ‘Alonso de Orozco’ de la localidad.
En el caso del águila imperial reintegrada al medio natural en Oropesa “fue llevada al CERI por los agentes medio ambientales que la encontraron ahogándose en una balsa de riego de donde la rescataron empapada, con síntomas de hipotermia y con heridas y lesiones traumáticas en sus alas, muy probablemente, por sus intentos de salir de la balsa en la que se vio atrapada”.
“En el CERI no solo la han curado las distintas lesiones y heridas que presentaba, especialmente en una de sus alas, sino que una vez cicatrizadas correctamente se procedió a su rehabilitación física para garantizar el movimiento del ala dañada y a su ubicación en un espacio de amplias dimensiones con otros miembros de su especie y a su optimización del vuelo y caza que garantizara su reingreso al medio natural”, ha destacado Rubén Torres. EFE / ECOticias.com