El nuevo Plan sobre gestión de residuos para el periodo 2009-2012 tiene como objetivo general cumplir los compromisos del Foro de Grenelle sobre Medio Ambiente, que fijó como objetivos la reducción en la generación de residuos y el desarrollo del reciclado y la valorización.
Más concretamente, el Plan establece como objetivos reducir un 7% la generación de residuos domiciliarios y asimilables por habitante en los próximos cinco años; aumentar el reciclado de residuos domiciliarios hasta el 35% en 2012 y hasta un 45% en 2015; aumentar el reciclado hasta el 75% para 2012 para los residuos de empresas y los envases; y disminuir la cantidad de residuos destinados a la incineración y al depósito en vertedero de forma que se reduzcan los impactos medioambientales.
Para lograr estos objetivos, el Plan contempla cinco ejes de actuación.
El primer eje se refiere a las medidas de sensibilización e información a los ciudadanos y las comunidades locales, así como a la introducción gradual de una fiscalidad incentivadora de ámbito nacional. Esto extendería la experiencia de algunos municipios en los que ya se ha introducido una parte variable ligada al volumen de residuos generados en la tasa correspondiente por el servicio público de recogida y tratamiento.
El segundo eje es la extensión de los “eco-organismos” (como se denominan en Francia a los sistemas integrados de gestión) para nuevos tipos de residuos, de forma que permita a los fabricantes, importadores y distribuidores de ciertos productos a asumir de manera colectiva la responsabilidad de la recogida selectiva y el reciclado de los residuos que éstos producen. La Responsabilidad Ampliada del Productor se extenderá, por ejemplo, a los residuos peligrosos “difusos” de origen domiciliario.
El tercer eje agrupa las actuaciones de valorización de los residuos orgánicos, los cuales representan el 25% de los residuos domiciliarios. Dentro de este eje se incluyen ayudas al compostaje doméstico y la obligación de clasificar los residuos en los comedores escolares.
El cuarto eje trata de encuadrar cuáles de sus incineradoras cumplen el anexo 2 de la Directiva para ser definidas como actividades de valorización o eliminación, así como establecer los mecanismos de vigilancia y control. Además, postula el ajuste de la fiscalidad sobre los sistemas de tratamiento y las medidas para mejorar la información relativa a las plantas de incineración y de vertido.
El último eje de actuación contempla aquellas acciones dirigidas a mejorar el reciclado de los residuos procedentes del sector de la construcción y de las obras públicas, donde más de un tercio de los residuos generados no se valorizan.
Según el Ministerio de Medio Ambiente francés, la ejecución de las medidas contempladas en el nuevo Plan de gestión de residuos contará con mayores recursos económicos. El Gobierno estima que de 2009 a 2011, los ingresos derivados por la revisión de los impuestos generales sobre las actividades contaminantes, plantas de incineración y vertederos, modulado a la baja para aquellas instalaciones con alto valor medioambiental, deben alcanzar los 570 millones de euros. Esta cuantía se abonará íntegramente a la Ademe (la Agencia de Medio Ambiente y Gestión de la Energía en Francia) para la ejecución del Plan.