Gracias a esto Cocacola aumenta su porcentaje de reciclaje, que actualmente tiene porcentajes no demasiado elevados. Al margen del impacto ecológico que se produce con el material que se empezará a usar en este tipo de envases, el envase se ha rediseñado y ha pasado del típico aspecto cilíndrico a un diseño rectangular que permite un mayor espacio para información al consumidor, desde un logo más grande hasta una utilización más promocional del envase.
Este diseño permite además una mejor compresión del embase de los productos marca Cocacola. A la hora de transportar estas botellas el nuevo diseño permite colocar muchos más envases, de esta forma el ahorro que tendrá la empresa será notable, además de que ello proporcionará también al vendedor «un notable beneficio», según Cocacola. Estas botellas se pueden apilar lo que permite una mejor distribución en los lineales de todos los comercios. A la hora del reciclado, la nueva botella se puede comprimir de forma más efectiva, un 66% más pequeño de lo habitual.