El nuevo documento sustituirá al Plan Director vigente desde 1999 y recogerá, entre otros objetivos, los de reducir la producción de residuos en origen, asegurar su correcta gestión con costes homogéneos en todo el territorio y favorecer las innovaciones tecnológicas para el aprovechamiento de las fracciones valorizables, así como mejorar las actuales instalaciones y los sistemas de recogida selectiva. Además, incluirá un estudio sobre los tipos, cantidades, fuentes y evolución futura de los residuos generados.
El anterior Plan Director de Gestión de Residuos Urbanos se saldó con una dotación de 124 infraestructuras de gestión, frente a las 115 inicialmente previstas. De ellas, 23 son plantas de recuperación y compostaje con vertederos de apoyo; 29 plantas de clasificación; 61 estaciones de transferencia, y 11 vertederos. A estas instalaciones se suma una red de 126 ‘puntos limpios’.
Actualmente, el 71% de los más de 4,28 millones de toneladas de residuos no peligrosos generados en Andalucía se gestiona en plantas de recuperación y compostaje; el 19% se depositan directamente en vertederos; el 8% se recoge selectivamente y alrededor del 2% se vierte de forma incontrolada. La tasa de reciclado de envases se sitúa en el 50,3%, mientras que la de valorización de plásticos agrícolas alcanza el 93,4%.