Esta jornada está englobada dentro del proyecto Desimpacto ambiental en la gestión de purines y gallinaza que lleva a cabo la Diputación de Segovia con la colaboración de Fundación Biodiversidad. Este proyecto tiene como objetivo principal concienciar a los ganaderos del uso de sistemas de gestión de purines innovadores y eficientes en explotaciones ganaderas.
La empresa pública SODEMASA colabora con dicha iniciativa a través del proyecto LIFE ES-WAMAR. Dentro de este proyecto se creó, en 2007, un Centro de Gestión de Estiércoles en el municipio de Tauste (Tauste CGE, SL). Esta entidad, sin ánimo de lucro, se encarga de recoger el purín de las granjas, aplicándolo a los cultivos como fertilizante orgánico con los métodos adecuados desde el punto de vista agronómico y medioambiental, y llevar el control y registro del movimiento del purín, todo ello gestionado con un sistema informático que coordina los diferentes nodos implicados en la gestión del purín.
Actualmente 62 ganaderos de la zona están asociados al centro gestor, con una producción de purín anual de unos 350.000 m3, que supone el 66% de la producción total de la zona. La aportación de las tierras viene por la asociación de 330 agricultores que suman un total de 16.000 ha susceptibles de ser fertilizadas con el purín. Para llevar a cabo el trabajo el centro gestor cuenta con 4 equipos de aplicación dotados de las mejores tecnologías para garantizar la correcta gestión. El equipo humano está formado por 8 personas, incluyendo un gerente, un comercial, un coordinador de campo, un administrativo, un tractorista propio y 3 servicios externos de transporte.
Los datos de gestión del centro gestor hasta el 30 de abril de 2010, superan los 60.000 m3 de purín, y se estima que al finalizar el año las cifras se aproximen a los 250.000 m3. La tendencia de incremento en la gestión hará que se cumplan los objetivos del proyecto LIFE ES-WAMAR en el año 2011.
El objetivo de esta visita ha sido mostrar a ganaderos y agricultores de Segovia un modelo de gestión colectiva de estiércoles, a través del centro gestor de Tauste. La jornada ha consistido en una explicación general de los trabajos que lleva a cabo el centro, incluyendo una demostración de la herramienta informática de gestión (GEMA). Posteriormente se ha visitado la balsa de almacenamiento intermedio de purín localizada en el paraje de Mira, que actúa como depósito de regulación en las épocas en las que no se puede aplicar el purín en parcelas de cultivo. La visita ha continuado con la recogida en granja, análisis de campo y posterior aplicación en parcela mediante uno de los equipos multitubos con los que cuenta Tauste CGE. Para finalizar se ha mostrado uno de los ensayos de cultivo que se realiza dentro del proyecto LIFE ES-WAMAR, donde se compara la eficiencia productiva y la rentabilidad económica de la fertilización mineral frente a la fertilización realizada con purín.
La impresión generalizada de los visitantes ha sido positiva muy positiva, y esperan poder aplicar el modelo de gestión que se realiza en Tauste CGE en su zona, adaptándolo a los condicionantes y las particularidades locales, explica Arturo Daudén, director del área de nuevas tecnologías de la empresa pública Sodemasa.
Plan de purines en Aragón
El Centro de Gestión de Estiércoles de Tauste se enmarca dentro del Plan de Purines puesto en marcha por el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, que implica una inversión de 18,8 millones de euros de inversión en el periodo 2009-2011.
Dentro del proyecto europeo LIFE ES-WAMMAR, además del centro de gestión de Tauste se encuentran los de Peñarroya de Tastavins y los de la comarca de Maestrazgo, en Teruel.
Además, a través del Instituto Aragonés del Agua se ejecutan las plantas de tratamiento y gestión de purines en las localidades de Capella, Zaidín y Valderrobres.
La puesta en marcha de todas estas instalaciones responden al crecimiento que ha experimentado la cría intensiva del ganado porcino en la Comunidad Autónoma en los últimos años, caracterizada además por su concentración territorial. Debido al impacto medioambiental que se origina por la producción de grandes volúmenes de estiércoles y purines por su gran potencial de contaminación sobre los recursos hídricos y suelos, así como las emisiones a la atmósfera de grandes cantidades de amoniaco y malos olores, se desarrollan estas medidas para reducir su volumen y ejecutar infraestructuras específicas para su almacenamiento y tratamiento.