Ésta aparece en las fotos tomadas por Steven Meisel con sofisticados vestidos negros, sucia y con su cabello gris natural, tumbada entre las rocas simulando a una sirena varada en la orilla, cubierta de petróleo y envenenada por éste. Los estilismos con plumas o redes evocan a los animales muertos por el vertido.
Sólo unos días después de publicarse, las instantáneas ya están rodeadas de polémica. Lo que para muchos es arte y una buena manera de concienciar, es para otros tantos una gran falta de sensibilidad y humanidad. Fotos: Vogue Italia