El informe sobre la prevención y reciclado de los desechos presentado por la Comisión indica que, en la mayoría de los Estados miembros, la generación global de residuos parece estar aumentando o estabilizándose, en el mejor de los casos, pero a un ritmo inferior al crecimiento económico.
Según datos publicados por la Comisión, durante los diez últimos años, la generación de residuos urbanos se ha estabilizado en torno a los 524 kg por persona y año, aunque el consumo de los hogares se ha incrementado en torno al 16% durante el mismo período. Según esto, se podría hacer más para reducir la generación de residuos en términos absolutos. Por ejemplo, si se tira a la basura en torno al 25% de los alimentos comprados por los hogares de la UE, se podría evitar un 60% de esos residuos, lo que permitiría a cada hogar ahorrar unos 500 euros anuales.
Por otra parte, existen grandes diferencias en los índices de reciclado de los Estados miembros, ya que éstos oscilan entre unos pocos puntos porcentuales y el 70%. En algunos Estados miembros han desaparecido virtualmente los vertidos, mientras que en otros se sigue enterrando más del 90% de los residuos. Estas cifras indican que todavía queda un margen importante de mejora más allá de los actuales objetivos mínimos de la UE en materia de recogida y reciclado. El informe recomienda combinar medidas económicas y jurídicas, además adaptar el diseño de los productos para generar menos residuos.
La Directiva de residuos y el control de la infracciones
La nueva Directiva Marco de residuos, que debería haberse incorporado a los ordenamientos jurídicos a más tardar el 12 de diciembre de 2010, todavía no lo ha hecho en muchos países de la UE. La Comisión en estos momentos está siguiendo la situación atentamente y, de ser necesario, actuará contra los que no apliquen la Directiva.
Esta Directiva introduce el concepto de ciclo de vida, estableciendo una jerarquía de residuos vinculante que define el orden de prioridad a la hora de reciclar residuos. En lo más alto de la lista está la prevención de residuos, seguida de la reutilización, el reciclado y otras operaciones de recuperación, con la eliminación (por ejemplo, el vertido) en el último lugar de la lista. La Directiva obliga a los Estados miembros a modernizar sus planes de gestión de residuos y a crear programas de prevención de residuos a más tardar en 2013.
La Comisión seguirá controlando la aplicación y el cumplimiento de la legislación sobre residuos a escala nacional, incluidos los requisitos de la nueva Directiva Marco de residuos, pero también intentará conseguir el apoyo de los Estados miembros para elaborar las estrategias y políticas adecuadas en origen. Para seguir consolidando su política en materia de residuos, la Comisión hará nuevas propuestas en 2012, que incluirán los pasos necesarios para facilitar el advenimiento de una sociedad del reciclado, eficiente en el uso de los recursos.



















