El punto limpio de Padul dispone de contenedores destinados a la recogida selectiva de maderas, muebles y enseres domésticos, electrodomésticos y chatarras, escombros, aceites usados, pilas, material de fotografía y radiografías, fluorescentes, aerosoles, pinturas y disolventes, repuestos de automoción y material eléctrico y electrónico. Las instalaciones cuentan igualmente con áreas para el depósito de vidrio, papel, plástico y textil.
Los puntos limpios son lugares acondicionados convenientemente para la recepción y acopio de residuos domésticos, aportados por particulares y que no deben ser depositados en los contenedores habituales situados en la vía pública. Las instalaciones de recogida selectiva están dotadas de viales, áreas de carga y descarga, contenedores para residuos específicos y cerramiento perimetral.
El consejero de Medio Ambiente ha definido estas instalaciones como piezas claves para conseguir una correcta gestión de los residuos en Andalucía. «El gesto de los ciudadanos de llevar estos desechos al punto limpio garantiza que estos residuos no lleguen al medio natural, y sea posible darles un tratamiento adecuado», ha indicado Díaz Trillo.
La Consejería de Medio Ambiente ha invertido durante 2010 más de 4,5 millones de euros en la construcción de catorce puntos limpios de recogida de residuos urbanos, unas actuaciones que han beneficiado a 266.400 habitantes y han generado alrededor de 7.000 jornales. En la provincia de Granada se trabaja actualmente en la construcción de nuevas instalaciones en los municipios de Vélez de Benaudalla y Pedro Martínez, que cuentan con un presupuesto superior a los 600.000 euros.
El titular de Medio Ambiente se ha referido también al nuevo Plan Director Territorial de Gestión de Residuos no Peligrosos, aprobado recientemente por el Consejo de Gobierno. Este documento prevé unas inversiones de 2.184 millones de euros para construcción y mejora de instalaciones. Los distintos proyectos incluidos supondrán la generación de 8.571 empleos, de los que 6.273 corresponden a los próximos diez años y el resto a la fase de explotación de las infraestructuras que se construirán.
ECOticias.com – ep