«Esperamos que nuestros socios japoneses ofrezcan a todas las partes interesadas información completa sobre la situación de la radiación en torno a la central nuclear energética de Fukushima, y que tomen medidas para prevenir una nueva descarga de agua radiactiva en el océano», se lee en un comunicado del Ministerio.
La Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO), que opera la planta, comenzó el lunes a verter en torno a 11.500 toneladas de agua con pocos niveles de radiactividad. Aunque ha pedido disculpas, y asegura que fue la única solución posible.
Rusia tiene en cuenta que se trató de una «medida forzada, diseñada para prevenir una amenaza más grave», y confía en que no suponga un riesgo para el medio ambiente y la salud de las personas, informa la agencia RIA Novosti. Las autoridades rusas miden constantemente la radiación en sus costas, y hasta el momento no hay motivos para la alarma.
ECOticias.com – ep