El método empleado será la coprecipitación, en la que agentes químicos especiales eliminan las partículas radiactivas del agua. Es capaz de limpiar unas 50 toneladas de agua por hora, según recoge la agencia de noticias japonesa Jiji.
La empresa gala confía en que el sistema esté totalmente operativo hacia finales del mes de mayo, aunque aún así se espera que las tareas de descontaminación se prolonguen durante los meses de verano, ya que existen decenas de miles de toneladas de líquido radiactivo.
En las últimas semanas los operarios de la central han detectado filtraciones de agua en la base del reactor número dos y en zanjas cercanas al uno, el tres y el cuatro, que se sospecha podrían proceder de las tareas de refrigeración, en las que se utilizó agua para reducir la temperatura de las instalaciones nucleares.
En un primer momento, se decidió verter hasta 11.500 toneladas de agua radiactiva al océano Pacífico, medida que ha sido muy criticada por países como China y Corea del Sur por el daño que puede causar al ecosistema marino. Ahora, se está bombeando hacia un condensador donde se almacenará de forma temporal.
Además, Areva SA se ha ofrecido a ayudar a la Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO), encargada de la gestión de la planta, a eliminar la sal del agua marina para utilizarla en las tareas de refrigeración sin riesgo de que cristalice y provoque rupturas en las tuberías; así como a descontaminar el suelo y a colaborar en la gestión de los residuos nucleares.
ECOticias.com – ep