Los denunciantes son los colectivos ARBA, Asociación Ecologista del Jarama El Soto, Ecologistas en Acción, GRAMA y Jarama Vivo. Todos ellos están ya planteado nuevas movilizaciones ciudadanas para la próxima semana.
Los ecologistas han explicado que se trata de una antigua laguna de unos 5000 metros cuadrados en la que durante los años 60 y 70 se depositaron hidrocarburos tóxicos del mismo tipo que los vertidos en la llamada ‘Laguna del Aceite’.
A diferencia de ésta, el hidrocarburo se halla solidificado, aunque es posible ver derrames hacia los terrenos colindantes y la existencia de malos olores es continua.
Según denuncian, «la existencia de este suelo contaminado ha sido obviada y tolerada por la Administración regional y el Ayuntamiento de Arganda del Rey».
Así, han precisado que la existencia de estos suelos contaminados se debe al vertido industrial de la empresa GRALESA (Grasas y Lubricantes Especiales SA) realizado aproximadamente entre 1965 y 1973.
Al colmatar esta balsa de hidrocarburos procedentes del refino de grasas y lubricantes industriales, en 1973 se abandonó al iniciarse los depósitos en la balsa del paraje Boca Alta, la denominada ‘Laguna del Aceite’, donde anualmente muere un millar de aves.
Al parecer los residuos producidos en la actividad industrial (reciclado de grasas y lubricantes usados) se mezclaban con escombros, tierras y cenizas de caldera y se vertían en la excavación que actualmente está colmatada de estos residuos. GRALESA fue absorbida por el Grupo PICSA en 1988.
Según los ecologistas, esta mezcla con otros residuos, especialmente con cenizas, provocó reacciones que hicieron que el hidrocarburo tóxico se solidificara mayoritariamente, lo que evitó la muerte masiva de fauna durante estos años, al contrario que en la laguna de Boca Alta.
ECOticias.com – ep