El barrio cuenta con alrededor de 130 papeleras y más de 100 bancos que se producen gracias a los residuos que los ciudadanos depositan en el contenedor amarillo. El beneficio medioambiental de este mobiliario urbano reside en que para fabricar un kilo de material reciclado de alta calidad son necesarias 80 bolsas de basura.
Según el consistorio, «los materiales ecológicos con los que se fabrica la línea de mobiliario urbano instalada en el barrio de La Luna de Rivas ofrecen propiedades ventajosas frente a otros componentes». «Este es el caso de su alta resistencia a los agentes meteorológicos y la facilidad de limpieza, además de que evitan alto impacto para el medio ambiente que supone la utilización de madera», han añadido.
El municipio madrileño ha elegido los modelos Babilonia y Giunone de esta línea de bancos, que combinan el material reciclado con el acero inoxidable. En el caso de las papeleras, se han combinado en la zona versiones para un residuo (modelo Ares) e islas ecológicas para recoger hasta tres tipos de materiales (modelo Nefer).
Para el gerente de Cervic Environment, «el barrio de La Luna es un ejemplo de que es posible crear espacios sostenibles y ecológicos en las ciudades». «Con este tipo de medidas se consigue fomentar el reciclaje y la concienciación sobre la importancia del tratamiento de residuos para la construcción de nuevos materiales que pueden conformar, como en este caso, nuevos espacios al aire libre totalmente habilitados para el ocio de los ciudadanos», ha dicho.
ECOticias.com – ep