Contaminación asociada a las plantas incineradoras en Burgos: emisión de dióxido de nitrógeno, ozono troposférico y dioxinas

Publicado el: 23 de mayo de 2025 a las 07:22
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Contaminación asociada a las plantas incineradoras en Burgos emisión de dióxido de nitrógeno, ozono troposférico y dioxinas

Un estudio ha puesto sobre la mesa la contaminación asociada y los riesgos para el medio ambiente (así como para la salud pública) de las plantas incineradoras en Burgos. Un riesgo confirmado con el hecho de que de esa infraestructura se emiten desde partículas finas, pasando por dióxido de nitrógeno y ozono troposférico, además de dioxinas y otras sustancias.

Esta es la demanda que hacen grupos ecologistas en relación a lo perjudicial que estas emisiones pueden ser para las personas en forma de afectación de la calidad del aire o a través de la cadena alimentaria ya que estas sustancias se depositan también sobre plantas y animales.



Un riesgo que, además, no se queda en el presente sino que tiene efectos negativos a medio y largo plazo en forma de dolencias respiratorias, enfermedades cardiovasculares e incluso (según varios estudios) el aumento de casos de cáncer.

Un estudio confirma la contaminación asociada a las plantas incineradoras en Burgos

Un informe elaborado por organizaciones de defensa de la Sanidad Pública de Burgos advierte de los riesgos de contaminación ambiental de las plantas incineradoras como la autorizada por la Junta de Castilla y León en Burgos. Han explicado que para ello se han basado en estudios científicos nacionales e internacionales para determinar el riesgo que una planta de este tipo podría suponer para la salud pública.



Han asegurado que está comprobado que este tipo de plantas emiten partículas finas, dióxido de nitrógeno y ozono troposférico, además de dioxinas y otras sustancias, que pueden llegar al ser humano por el aire o a través de la cadena alimentaria, dado que también se depositan en plantas y animales.

Además, afectan de manera especial a niños, ancianos y enfermos crónicos, en mayor medida en función de la proximidad a la instalación.

En el informe se concluye que los efectos de esta contaminación sobre las personas se apreciarán a medio y largo plazo y se concretan en afecciones respiratorias, enfermedades cardiovasculares y, según varios estudios, aumento de los casos de cáncer.

Por ello han insistido en que, aunque el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Burgos ha dicho que la planta no se construirá, hasta ahora se trata solo de unas declaraciones, mientras que la única documentación real que hay es la autorización emitida por la Junta de Castilla y León.

Han insistido en que, por el principio de precaución, las administraciones deberían rechazar este tipo de plantas solo ante la posibilidad de que supongan un riesgo de salud pública.

También ha apuntado la contradicción de frenar las emisiones contaminantes a la atmósfera y seguir aumentando en España y en Europa este tipo de plantas incineradoras de residuos, lo que ha atribuido a intereses económicos cortoplacistas. EFE / ECOticias.com