Las baterías de litio son esenciales para la mayoría de nuestros dispositivos electrónicos, incluyendo teléfonos móviles, ordenadores portátiles y vehículos eléctricos. Estas baterías ofrecen alta capacidad de almacenamiento de energía, larga vida útil y bajo peso, lo que las convierte en la opción preferida para muchas aplicaciones.
El despliegue de la movilidad eléctrica trae consigo la promoción de la economía circular en todo el ciclo de vida, desde la producción de cada una de las partes que componen los vehículos eléctricos hasta su reutilización y reciclado.
Por ello se busca recuperar los metales críticos que componen las baterías (manganeso, cobalto, silicio, litio) para volver a usarlos en la fabricación de otras unidades.
Reciclando baterías de litio en Hong Kong
Una empresa hongkonesa especializada en la recuperación de baterías de litio está intentando maximizar la extracción de metales estratégicos con vistas a expandirse en el sudeste asiático, en un entorno de alta rivalidad por los recursos reciclables y la sobrecapacidad en China continental.
Con base en el Parque Científico y Tecnológico de Hong Kong, Achelous Pure Metals dispone de una capacidad de tratamiento anual de 150 toneladas de baterías usadas en una planta industrial en los Nuevos Territorios, a la espera de la validación del Departamento de Protección Medioambiental.
El proceso industrial implica la trituración de las baterías para obtener la denominada «masa negra», un compuesto pulverulento que contiene metales estratégicos como litio, cobalto, cobre, manganeso y níquel. Este material se somete posteriormente a un refinado para producir carbonato de litio y compuestos de cobalto y níquel de alta pureza.
«Nuestro propósito es abordar el desafío creciente de las baterías de iones de litio desechadas mediante una solución de reciclaje escalable, móvil y con bajo impacto ambiental, iniciando en Hong Kong y proyectando expansión al sudeste asiático», declaró al South China Morning Post el ingeniero Alan Wong, cofundador y director técnico de la empresa.
Dado el déficit de infraestructura para reciclaje en el centro financiero, el procesamiento a pequeña escala de baterías de vehículos no eléctricos puede llevarse a cabo localmente y servir como vitrina para proyectos internacionales. Según Wong, la mayor parte de las baterías desechadas de vehículos eléctricos se recolecta y exporta.
Diariamente, en Hong Kong se reúnen entre dos y tres toneladas de baterías de litio provenientes de aparatos eléctricos descartados y cargadores portátiles, indicó Wong.
La empresa, con cinco años de operación, ha desarrollado sistemas avanzados, como un mecanismo robótico en trámite de patente para clasificar y fragmentar baterías, y un proyecto piloto con nanopartículas para purificar metales valiosos, optimizando la obtención de compuestos de alta pureza como cobalto y níquel.
Asimismo, la compañía ha instalado su tecnología en una planta de reciclaje de un cliente en la provincia de Jiangsu, en el este de China, con capacidad para procesar 10.000 toneladas anuales.
En un contexto de sobrecapacidad de reciclaje en China y tensiones comerciales entre Washington y Pekín que podrían reducir la demanda de baterías de litio, un informe de la consultora británica Wood Mackenzie prevé que el exceso global de litio alcanzará su punto máximo en 2027, antes de un déficit a principios de la década de 2030. EFE / ECOticias.com