Los plásticos son un problema mundial que nos compete a todos. La realidad es que cada día se desechan toneladas de este material que finalmente acaban siendo el principal foco de polución de océanos, ríos y mares. Y este es un de los temas a los que debe buscar solución el Tratado Global de los Plásticos 2025.
Una ominosa predicción habla de que, en poco mas de 25 años en las aguas de todo el mundo es previsible que haya más plásticos qué peces y parece que ni esta advertencia logra hacer que reaccionemos y busquemos una solución radical y viable para acabar con esta plaga.
Toneladas de residuos plásticos terminan diariamente en el mar
A partir del 5 de agosto, los gobiernos del mundo se reunirán en Ginebra para la última ronda de negociaciones del tratado global sobre la contaminación por plásticos (INC-5.2). WWF hace un llamado urgente a los Estados Miembros para que utilicen todos los mecanismos procedimentales disponibles —incluido el voto o la conformación de una coalición mayoritaria— con el fin de asegurar un tratado ambicioso y jurídicamente vinculante que ponga fin a la crisis de los plásticos.
Intentos anteriores para concluir el tratado han fracasado por falta de consenso. Frente a una pequeña minoría de países que se niega a aceptar la evidencia científica y bloquea sistemáticamente el progreso de las negociaciones.
Alcanzar un tratado robusto mediante consenso formal es improbable, pero no es el único camino posible. Existen mecanismos legítimos y consolidados en el derecho internacional —como el voto o la conformación de una coalición mayoritaria fuera del proceso INC— que han sido utilizados en momentos históricos clave, como la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos o la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
“En un mundo marcado por tensiones políticas, estas negociaciones penden de un hilo. Algunos países productores de petróleo han utilizado el consenso no para construir acuerdos, sino para socavarlos. Eso no es multilateralismo; es obstruccionismo”, afirmó Zaynab Sadan, líder global de Política de Plásticos de la ONG.
“Ecuador y América Latina han demostrado su liderazgo en reuniones previas del INC, y hoy tienen la oportunidad de impulsar un tratado global ambicioso contra la contaminación por plásticos. Cada día sin acción, 30.000 toneladas de plástico llegan a los océanos.
No alcanzar un acuerdo sólido en Ginebra encarecerá y agravará la tarea de enfrentar esta crisis. Es momento de actuar con decisión ante la innegable evidencia de los riesgos para la salud y frente a la obstrucción de una minoría” enfatizó María Inés Rivadeneira.
El último informe es demoledor
El nuevo informe de la organización ecologista, «Plásticos, salud y Un Solo Planeta», elaborado junto con la Universidad de Birmingham, sintetiza casi 200 estudios científicos revisados por pares sobre los riesgos potenciales de la contaminación plástica —en particular los micro y nano plásticos (MnP) y los químicos tóxicos asociados— para la salud humana y ambiental.
El informe evidencia que los MnP y los aditivos plásticos están vinculados a efectos biológicos graves, como alteraciones endocrinas, cánceres relacionados con hormonas (como el de mama y testículo), problemas reproductivos, infertilidad y afecciones respiratorias crónicas. Si bien la ciencia continúa avanzando, la evidencia actual es suficientemente clara para justificar el uso del principio precautorio: actuar ante riesgos creíbles, incluso sin certeza absoluta, para minimizar daños futuros.
“El principio de precaución ha sido clave en acuerdos internacionales exitosos, como el Protocolo de Montreal de 1987, que permitió actuar frente a las sustancias que agotan la capa de ozono antes de que la ciencia estuviera completamente asentada. Gracias a esa decisión, se previnieron millones de casos de cáncer de piel y hoy la capa de ozono muestra signos de recuperación”, dijo el Dr. Stefan Krause, profesor de la Universidad de Birmingham.
Pautas necesarias del tratado
La Ong enfatiza que las negociaciones en Ginebra deben concluir con un tratado en cuanto a:
- Prohibiciones globales a los productos y químicos plásticos más dañinos;
- Regulaciones internacionales de diseño de productos para facilitar una economía circular no tóxica;
- Apoyo financiero y técnico a países en desarrollo para una implementación eficaz;
- Mecanismos de fortalecimiento y actualización del tratado a lo largo del tiempo.
El tratado Global de los Plásticos es una oportunidad para dar con acciones eficaces que permitan no solo evitar que más plasticos acaben en las aguas globales, sino que se deben buscar soluciones y alternativas para detener la produccion de este material y buscar la forma de recuperar todo el que lentamente se descompone y genera microplásticos, que acaban dentro de los organismos de los seres vivos, humanos incluidos. ECOticias.com