En el año 2008 nacía Nutcreatives, un estudio de diseño de producto y ecoinnovación que desarrolla soluciones desde su concepción hasta su lanzamiento final. “Nuestra misión es resolver problemas teniendo siempre en cuenta la funcionalidad, la estética, la calidad y el impacto ambiental, social y económico de cualquier objeto, con el fin de llegar a una propuesta de buen diseño”, explica Jon Marín, socio fundador de la empresa junto a Alex Jiménez.
Jon destaca la prevención como uno de los principales valores ambientales de la empresa. “En la fase de diseño se pueden prevenir el 80% de los impactos ambientales que se producen a lo largo del ciclo de vida de los productos”, puntualiza. Este licenciado en Biología y Máster en Ecología Industrial destaca que el ecodiseño “tiene un gran potencial para generar economías de proximidad, empleo de calidad y una nueva manera de hacer las cosas”.
Tras siete años de andadura, el equipo de Nutcreatives apuesta por consolidar la iniciativa. “Aún hay mucho trabajo que hacer, muchos proyectos que nos gustaría realizar y muchas cosas a mejorar a nivel interno. Y un último apunte para aquellos emprendedores que quieran embarcarse en un proyecto de ecodiseño. “Trabajar en este sector y bajo criterios ambientales es vocacional. Es importante fijarse metas a corto plazo, pero mucho más importante es fijarse metas a largo”, concluye Jon.
¿Qué diferencia a Nutcreatives de otros estudios de diseño convencionales?
Somos un estudio de diseño de producto y ecoinnovación. Desarrollamos soluciones desde su concepción hasta su lanzamiento final. Nuestra misión es resolver problemas teniendo siempre en cuenta la funcionalidad, la estética, la calidad y el impacto ambiental, social y económico de cualquier objeto, con el fin de llegar a una propuesta debuen diseño. Intentamos incorporar esos criterios ambientales y sociales de una manera coherente, crítica y rigurosa.
¿Cómo nace Nutcreatives?
Nutcreatives nace de una evolución de la colaboración entre sus socios. Hacia el 2007 empezamos combinando otros trabajos con nuestro afán por diseñar mejores objetos. Tuvimos éxito en esos primeros proyectos (premios, buenas críticas…) y eso nos llevó a plantear nuestra profesionalización. Participamos en algunos programas de ayuda para la creación de empresas y nos constituimos como tal en 2010.
¿Cuáles fueron vuestras principales fuentes de financiación al arrancar?
Al tratarse de una empresa de servicios, la inversión inicial no es demasiado elevada y, por lo tanto, arrancamos con fondos propios. Más tarde, cuando tuvimos que hacer frente a nuevos equipos e instalaciones, solicitamos un crédito a la Entidad Nacional de Innovación (ENISA).
A lo largo de vuestra trayectoria, ¿habéis contado con el respaldo de algún inversor?
Los inversores o los programas de inversión que hemos conocido buscan alta rentabilidad en poco tiempo. Nuestro trabajo no genera una rentabilidad económica tan potente como para atraer a inversores. En cualquier caso, tenemos un proyecto de mobiliario para hábitat con un gran valor ambiental y social con el que creemos que sí podríamos seducir a inversores que quisieran apostar por la renovación del sector del mueble.
¿Quiénes forman vuestro equipo?
Nuestro equipo está formado por diseñadores y ambientólogos y eso lo hace especial en el sector del diseño. Alex Jiménez es diseñador de producto y Bernat Faura, socio de nueva incorporación, es ingeniero.
¿Por qué apostasteis por este sector de actividad?
El diseño no es un fin, sino un medio para cambiar nuestra realidad. La metodología del diseño permite solventar problemas antes de que se produzcan. Además, el diseño -a nuestro entender- tiene un gran potencial para generar economías de proximidad, empleo de calidad y una nueva manera de hacer las cosas.
¿Contáis con apoyos de otras entidades, empresas o instituciones?
Contamos con el apoyo financiero de ENISA y durante los tres primeros años de la empresa estuvimos bajo el paraguas de Barcelona Activa, entidad incubadora de empresas en la ciudad condal.
¿Cuál es el principal valor ambiental de vuestra iniciativa?
En primer lugar, la prevención. En la fase de diseño se pueden prevenir el 80% de los impactos ambientales que se producen a lo largo del ciclo de vida de los productos. A través del diseño somos capaces de hacer objetos más duraderos, elegir materias primas de fuentes renovables, optimizar procesos de producción, mejorar la logística y prevenir residuos.
En segundo lugar, la formación. Somos docentes en diferentes universidades estatales y tenemos la misión de educar a los futuros diseñadores en la importancia de los parámetros ambientales en el diseño
¿Cuál es el perfil de vuestros clientes?
Sobre todo son industrias productoras de mobiliario, iluminación, packaging, etc. Pero últimamente otro tipo de entidades, tanto públicas como privadas, se están dando cuenta del potencial que tiene el diseño -y Nutcreatives- para afrontar problemas y solucionarlos. Por ejemplo, recientemente hemos trabajado para el Banco Europeo de Inversión diseñando y produciendo el trofeo que se la da a los ganadores del Concurso Europeo de Innovación Social. También estamos inmersos en un proceso de diseño participativo para la mejora del bienestar de niños y niñas de una escuela ubicada en barracones de manera temporal, proyecto encargado por el AMPA de la escuela y el ayuntamiento.
Tras una andadura de siete años,¿consideráis que vuestra iniciativa está consolidada?
Es posible que tras siete años se conozca nuestro trabajo en el sector, pero no pensamos que esté consolidada. Aún hay mucho trabajo que hacer, muchos proyectos que nos gustaría realizar y muchas cosas a mejorar a nivel interno.
¿Cuáles son vuestros principales objetivos a corto plazo?
A nivel interno, estamos intentando ordenar nuestro proceso creativo. Hacemos proyectos muy diferentes entre sí, pero que tienen una línea de trabajo común. Nos interesa poder perfilar esa línea y convertirla en una línea maestra que podamos seguir siempre, sea cual sea el tipo de encargo.
A nivel externo, queremos tener más presencia en el extranjero y seguir buscando clientes que apuesten por nuestra manera de hacer.
Por último, ¿qué consejos darías a un emprendedor que comienza en este sector?
Trabajar en este sector y bajo criterios ambientales es vocacional. Es importante fijarse metas a corto plazo, pero mucho más importante es fijarse metas a largo. Ser flexible y paciente, y formarse en aquello que se aleja de nuestra zona de conocimiento o confort.