Así pues, en la reunión, se han presentado algunos temas de manera superficial, entre ellos, la necesidad de revisar el Plan Hidrológico recientemente aprobado y la aprobación de un decreto de zonas húmedas que garantice la preservación de los enclaves naturales.
El Grup Balear d’Ornitologia i Defensa de la Naturalesa (GOB) se ha reunido este jueves por primera vez con el conseller de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca, Vicenç Vidal, en un encuentro en el que los ecologistas han defendido la necesidad de «hacer una política ambiental digna, situando el medio ambiente en la posición estratégica que le corresponde».
En este sentido, GOB ha informado en un comunicado que, por parte de la organización, han asistido representantes de GOB-Mallorca y, por la del Govern, además del conseller, ha intervenido la directora general de Espacios Naturales y Biodiversidad, Caterina Amengual. Éstos, según el grupo ecologista, han mostrado «una voluntad de diálogo y colaboración que ha sido inexistente a lo largo de la pasada legislatura».
Así pues, en la reunión, se han presentado algunos temas de manera superficial, entre ellos, la necesidad de revisar el Plan Hidrológico recientemente aprobado y la aprobación de un decreto de zonas húmedas que garantice la preservación de los enclaves naturales.
Asimismo, el grupo ha planteado a Vidal la importancia de la aprobación de una ley de residuos «que prohíba la importación de estiércol y no priorice el tratamiento por incineración» y han recordado su desacuerdo con los contenidos urbanísticos de la ley agraria, que «desregulariza los usos en el medio agrario y elimina controles ambientales».
Igualmente, los responsables de GOB-Mallorca han insistido en la necesidad de reforzar la gestión en las reservas marinas existentes, «gravemente mermada en los últimos cuatro años», así como «embestir la declaración de algunas nuevas zonas».
Finalmente, la última petición del GOB ha sido la de recuperar la conservación de espacios naturales, «posibilitando el disfrute público de sus valores naturales de forma ordenada y sostenible, y sin caer en la banalización del uso de los parques y reservas que implicaría su oferta como simples escenarios abiertos al negocio privado».
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