En dicho encuentro, Villalobos informó sobre dos proyectos que la Diputación, junto con la Agencia Andaluza de la Energía, está desarrollando en la provincia de Sevilla; el primero es la instalación de 168 contenedores para el depósito de aceites usados, iniciativa con la que se pretende contribuir a la producción de biocombustibles a partir del aceite usado que se recoja.
De los 168 contenedores que se han distribuido, con una capacidad en sus depósitos de 9.000 litros, a cada municipio le han correspondido uno o dos, en función del número de habitantes. A partir de ese punto al que acudir para dejar el aceite usado, en una segunda fase, el proceso de recogida y transporte lo realizará una empresa de transformación, desde los distintos municipios de la provincia hasta la planta de tratamiento.
Junto a esta iniciativa, el presidente de la Diputación manifestó que «no sólo hemos dirigido los esfuerzos a promocionar el aprovechamiento energético del aceite vegetal usado como materia prima para la producción de biocombustibles, sino que vamos más allá y ya trabajamos para impulsar el consumo de biodiésel en el transporte, donde se producen en torno al 30 por ciento de las emisiones en Andalucía».
Con la intención de demostrar los beneficios energéticos y medioambientales del uso del biodiésel y reducir la dependencia energética de combustibles fósiles a nivel provincial, la Diputación y la Agencia Andaluza de la Energía proyectan la implantación de 16 surtidores provinciales de biodiésel para abastecer a la flota cautiva de vehículos integrada en las Mancomunidades y Consorcios que gestionan los residuos y los servicios contra incendios.
Villalobos manifestó que se baraja estudiar la implantación de nueve equipos de surtidores de 9.000 litros de capacidad para ubicarlos en cada una de las Mancomunidades. Los siete surtidores restantes, de 5.000 litros de capacidad, se colocarían en siete parques de bomberos, que darían cobertura a su vez al resto de los parques.
A este proyecto se destina la cuantía de 176.000 euros; para el presidente de la Diputación, supone un proyecto del que «esperamos» la reducción del uso de miles de toneladas de combustible fósil, la reducción de emisiones de CO2, gracias a la sustitución de combustible fósil por biocombustible en el transporte; ahorro económico del gasto de combustible local y creación de empleo.