Alberto Casado, Director General de la Oficina Española de Patentes Marcas(OEPM) expuso el Plan PI 2010, un plan de Promoción de la Propiedad Industrial que pretende “proyectar la Propiedad Industrial desde un punto de vista dinámico como uno de los factores básicos para potenciar la competitividad de nuestra economía”.
Al referirse a las tecnologías mitigadoras del Cambio Climático, considera que requiere una adecuada política en materia de Propiedad Industrial, y va más allá al señalar que “se ha detectado un nicho de mercado que ha despertado el interés de las empresas”. Si bien el sector de las Tecnologías verdes crece más que el resto en lo que respecta al número de solicitudes de patentes en el mundo y que, en España el sector goza de buena salud, “Copenhague nos ha quitado la venda de los ojos”. No todo son buenas noticias, ya que no hay correlación entre la inversión en I+D+i y el número de patentes.
Para Casado, “hay que incorporar la Propiedad Industrial en la economía española con el objetivo de reforzar nuestra competitividad”. Consciente del miedo y la dificultad que tienen las empresas a la internacionalización, el DG de la OEPM mantiene que se hace necesario potenciar el uso de la PI como herramienta de acceso de las empresas españolas a los mercados internacionales”. “No hay una cultura española en las empresas de proteger sus desarrollos y mejoras. Por eso, este sector es clave en un modelo de economía sostenible” apuntó.
Alberto Casado concluyó declarando que “competir pasa por la innovación y por la tutela de esa innovación”.
En su intervención Gerardo Penas, OEPM presentó el estudio La innovación patentada en España en el sector de las tecnologías mitigadoras del cambio climático (1979-2008) que analiza las tecnologías verdes patentadas en España en 13 sectores, suministrando una serie de recomendaciones y de medidas a adoptar.
Penas ha declarado que “las patentes suponen un incentivo claro en la todavía insuficiente inversión en I+D verde” y “no constituyen una barrera a la transferencia de tecnologías limpias entre los países más desarrollados y los menos desarrollados, al contrario que otros factores de índole económico como la falta de capacidad tecnológica de los países menos desarrollados, así como la insuficiencia de recursos financieros”. De la misma opinión es Rosario Paradinas de la Oficina Española de Cambio Climático, quien manifestó que “los derechos de PI son necesarios y no constituyen una barrera para el desarrollo y la transferencia de tecnología. Y son fundamentales para incentivar las inversiones en el desarrollo, comercialización y difusión de las tecnologías”.
Con los datos obtenidos del estudio, Penas manifestó la misma conclusión que Casado, “la no correlación entre el crecimiento en I+D y la generación de patentes”. Todo ello porque “algunas empresas españolas líderes no están patentando sus innovaciones, lo que lleva a un peligro de pérdida de competitividad”.
El Estudio muestra que en España se observa “una mayor evolución de las solicitudes de tecnologías verdes con respecto al resto de países desde la firma del Protocolo de Kyoto, el fuerte atractivo del mercado español, la necesidad de una mayor colaboración entre Universidades y empresas en el sector verde…”.
Por su parte, Blanca Vila Riudavets, Jefe de Servicio de Búsquedas, OEPM presentó los nuevos boletines de vigilancia tecnológica relacionados con la Propiedad Industrial verde y señaló los sectores prioritarios del Plan de Promoción de la PI: “el vehículo eléctrico, el almacenamiento de CO2, el transporte sostenible y la gestión de residuos”.
En última instancia, Mauro Villanueva, Director de Desarrollo Tecnológico en Gamesa expuso la actividad de las patentes en el mundo eólico y declaró que “hacemos I+D pero no damos el siguiente paso, maximizar los retornos de I+D, convertir una invención tecnológica en un valor intangible, en una ventaja competitiva”.