Asi mismo Francisco Camps y su gobierno demuestran un talante y una cultura totalmente desfasada, efectivamente del siglo XIV, respecto a la evolución de la sociedad que sigue una dirección imparable respecto a la sensibilización por los derechos de los animales, como asi se demuestra por el gran crecimiento de protectoras y asociaciones animalistas. Tambien resulta hipócrita, inculto y manipulador tratar el toro de forma diferente a otros animales como los perros o los gatos, todos son animales sensibles que disfrutan y sienten, pero con el toro están los toreros y un negocio negro que se finanza con dinero público, algo realmente impresentable rezumando despotismo y autoritarismo legislativo.
Carolina Punset, coportavoz de Los Verdes Ecologistas declara que nosotros tambien pensamos como dice Julio Ortega un compañero y gran animalista, «No somos cretinos, ni confundimos fantasía con realidad; es justamente nuestra cordura la que nos permite comprender que un gemido, un gruñido, un chillido y hasta el silencio, también son gritos de angustia» a lo que Punset añade «No se trata de estar a favor o en contra de los toros sino de luchar contra todas las formas de maltrato que hay en nuestra sociedad, constituyan o no una tradición. No es justo que sometamos, torturemos y matemos de manera cruel a ningún animal.».
Por otro lado Los Verdes Ecologistas estamos totalmente de acuerdo y apoyamos a la Plataforma Antitaurina de Valencia , como tambien hemos manifestados en ocasiones en este mismo medio la cuestión de las muertes que producen este tipo de atrocidades de la edad media, más valiosas que esos 184 millones que esgrime el conseller de Gobernación, Serafín Castellano como un elemento de justificación de tanta muerte y sufrimiento del toro y de las personas.
Por otro lado los conservacionistas, animalistas y ecologistas le apuntamos a Castellano, que precisamente los que defendemos los derechos animales junto con una ciudadanía que en un 50% tenemos animales de campaña y domésticos aportamos una economía muy superior económicamente unos 700 millones de euros, frente a esos 184 millones que habla el conseller de Gobernación. Si le sumamos a todo tipo de accesorios que se utilizan para nuestro hermanos animales no humanos son otros 166 millones con un crecimiento anual de facturación del 7,5% según datos de la Asociación Española de Distribuidores de Productos para Animales de Compañía, a lo que tambien hay que sumarle el mercado de medicamentos veterinarios en unos 400 millones anuales y tiene un crecimiento anual del 8%.
De la misma manera para Los Verdes, Serafín Castellano «ataca» las senilidades animalistas, mostrándose como una persona carente de inteligencia al menospreciar a la ciudadanía real y que además de hacer más que él en materia económica, le va a pasar un gran factura electoral, ya que están llevando al «clímax» de lo impermisible culturalmente, animalísticamente y sobre los millones de animales no humanos que han convivido siempre con el hombre, hasta que este, personificado en Serafín Castellano quiere perpetuar los años oscuros del Medioevo del siglo XIV.