También serviría de guía a los ciclistas señalizando los itinerarios más frecuentes y una forma de potenciar su presencia, cada día mayor, entre el tráfico de las ciudades.
Eso es justamente lo que Bike Contrail trata de hacer. Pepin Gelardi y Teresa Herrmann, diseñadores y padres de la idea, están recogiendo fondos para ponerla pronto en marcha. Donarán muchas de estas unidades a organizaciones sin ánimo de lucro para que la difundan.
El vídeo lo explica con detalle. Se trata de una pintura no tóxica, biodegradable, lavable y de varios colores. El resultado es una senda pintada con finos hilos multicolor, como si fuera un arco iris.