En un artículo de la revista semanal Der Spiegel sobre el 25 aniversario del desastre nuclear de Chernóbil en Ucrania, Roettgen dijo que la decisión de Alemania de alejarse de la generación de energía nuclear era un tema de política económica responsable.
«A corto plazo, puede parecer una fuente de energía barata, pero si se ocurre una catástrofe, los costos son demasiado elevados (…) Ningún objetivo económico merece poner en peligro el bienestar del pueblo, ni hoy ni en futuras generaciones», agregó.
El accidente del reactor de Fukushima en Japón provocó un abrupto cambio de sentido en los planes de energía nuclear alemanes, con el Gobierno centrado en cómo abandonar la energía nuclear tras haber cerrado varias centrales.
Roettgen dijo que además del costo humano, el desastre supuso un duro golpe para el economía japonesa, la tercera más grande del mundo. Predijo que esto llevará a una revalorización general de la energía atómica y Europa ya muestra signos de replanteársela.
«Los costos del accidente del reactor de Fukushima pesarán sobre la economía de Japón por años, si no décadas», sostuvo. «Estos costos económicos llevarán a replantearse la energía nuclear», añadió.
El Gobierno de centroderecha de Berlín desechó una decisión anterior de prolongar el periodo de vida de las centrales nucleares alemanas, pero aún debe determinar cuándo las cerrará definitivamente.
Tras el encuentro de este mes de la canciller alemana, Angela Merkel. con líderes regionales, el primer ministro de un estado dijo que la última central nuclear de Alemania no cerraría más allá del 2022.