Entre las propuestas más relevantes del Grupo de Trabajo de Consumo y Producción Sostenible se encuentra la obligatoriedad de incluir la huella ambiental en productos prioritarios a partir de 2015, año para el cual se prevé que haya concluido el proceso de validación de metodologías y pruebas actualmente en marcha.
Otro de los objetivos prioritarios es la creación de demanda a través del fomento de la Compra y Contratación Pública Verde, ámbito que se considera clave y para el cual se proponen objetivos vinculantes para la Administración, tanto en lo que respecta al porcentaje de productos verdes a comprar, como a la introducción de los costes del producto en su ciclo de vida, el criterio económico a valorar o la exigencia de una serie de requisitos ambientales mínimos a cumplir en cada categoría de producto comprada.
Una de las mayores novedades es la propuesta de exigir a los distribuidores de alimentación que aseguren un porcentaje de la venta de productos con ecoetiqueta en sus establecimientos para asegurar así una oferta adecuada al consumidor. Además, también se planteó el establecimiento de un mecanismo que diferencie las ecoetiquetas verificadas (tipo I y III) de las autodeclaraciones (self-claims) de las empresas con el objetivo de evitar la confusión y los posibles casos de engaño al consumidor.
Por último, también se puso sobre la mesa una de las medidas más esperadas: la ampliación de categorías de la Directiva EuP/ErP de productos relacionados con la energía (Energy Using Products) -tales como aislantes, ventanas, grifería…- respecto a la cual se acordó que no se verá concretada hasta que hayan concluido los estudios preparatorios que actualmente están en marcha.