Durante la presentación del libro ‘Restauración ecológica de áreas afectadas por infraestructuras de transporte’, una obra elaborada por un equipo de más de 30 expertos de distintas áreas, ha señalado que el volumen de superficie y tierra afectada directa o indirectamente u ocupada por las infraestructuras de transporte, tales como carreteras, autovías, ferrocarriles o aeropuertos, alcanza una extensión de entre 8 y 10 millones de hectáreas en España, un área equivalente a diez veces el Parque Nacional de Doñana, según ha explicado el .
Así, ha añadido que, a nivel mundial, el volumen de superficies afectadas directamente por la construcción de infraestructuras alcanza el 0,5 por ciento de la superficie del planeta y hasta el 1 por ciento en el caso de los países desarrollados y que las indirectas alcanzan casi el 15 por ciento de la Tierra.
De este modo, ha reconocido que en el sector de la construcción y las infraestructuras la restauración ecológica es una disciplina joven pero que cada vez tiene una importancia mayor y que, en el caso de OHL se está trabajando para reducir los impactos a través de la I+D. En todo caso, ha lamentado que este campo «supone una frontera vidriosa, porque se cambia la naturaleza y a veces, los resultados son contradictorios».
La obra sostiene que la restauración de estas áreas es necesaria para contribuir a minimizar los impactos negativos de las infraestructuras y por tanto, conservar la diversidad biológica.
Mientras, la secretaria de Estado de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Teresa Ribera, ha destacado que las infraestructuras son «relevantes y beneficiosas» pero ocupan una superficie amplia de extensión del territorio; fragmentan los ecosistemas; provocan polvo y emiten partículas en su construcción; puede influir en especies endémicas que tienen una especial protección.
En este contexto, ha apostado por minimizar, reutilizar y reciclar para satisfacer las necesidades y ha dicho que el libro publicado ofrece «gran variedad de perspectivas de la realidad sobre como restaurar los ecosistemas».
Asimismo, el consejero delegado del Grupo Ferrovial, Álvaro Echániz, ha recordado que los movimientos de las personas generan una cuarta parte de las emisiones de CO2 además de una importante pérdida de biodiversidad. «Los movimientos de tierras suponen destrucción de una zona. Tenemos la responsabilidad de buscar soluciones para reducir el impacto sobre la biodiversidad y el Medio Natural», ha subrayado.
A ese respecto, ha añadido que la ciencia permitirá adoptar medidas para minimizar estos impactos y, en esa línea, ha valorado que la publicación es un «paso importante para que los ecosistemas dañados aprendan de la naturaleza, en lugar de ir contra ella».
El libro, que se ha presentado en la sede de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, es el resultado del proyecto EXPERTAL (Elaboración de las bases experimentales para la sostenibilidad ecológica de los taludes de autopistas’, un estudio que, desde 2006 se realiza con la Fundación Biodiversidad; el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, así como la Universidad Rey Juan Carlos y Cintra.
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