Para Alicia Asín, gerente de Libelium, las primeras ventas son fundamentales al arrancar un negocio, como fue en su caso, a la hora de poner en marcha Libelium, una empresa dedicada al desarrollo de sensores inalámbricos para la monitorización de todo tipo de parámetros ambientales, como la temperatura, la humedad, el CO2 o el ruido.
«El negocio surgió de la idea de interconectar las cosas que nos rodean», explica Asín, «que el mundo real que tocamos y sentimos pudiera formar parte de Internet, y es lo que intemamos cuando creamos nuestra gama de sensores inteligentes. Intentábamos digitalizar el mundo real, expandir la red virtual más allá de las personas que se interconectan y meter el mundo de fuera, la realidad», afirma esta emprendedora.
Para ello, los dos socios de Libelium se pusieron manos a la obra con apenas 3.000 euros como todo capital. «Gracias a generar ventas desde los primeros meses y a los premios que ganamos, recuerda Alicia Asín, hoy somos 30 personas». Su secreto, «asumir que hay que trabajar muchísimo y que los resultados llegarán a largo plazo».