Más de una treintena de entidades y organizaciones ecologistas se han unido y piden de manera urgente tanto al gobierno central como a varias entidades financieras que dejen de financia el empleo de los combustibles fósiles, así como la deforestación y el militarismo que está atacando de gravedad al ecosistema natural alrededor del río Amazonas.
Una demanda que han hecho dentro del marco de la Conferencia de Naciones Unidas por la Financiación Internacional para el Desarrollo; donde estas organizaciones exigen una «respuesta rápida y contundente acorde a la situación de emergencia climática, pérdida de biodiversidad y para la construcción de una cultura de paz«.
Entre las exigencias que las organizaciones han transmitido al ejecutivo nacional se se encuentra cumplir con los compromisos internacionales que ha suscrito, como el Acuerdo de París, el BOGA (Beyond oil and gas alliance) y el COFFIS (Coalition on Phasing Out Fossil Fuel Incentives Including Subsidies).
Frenar la contaminación y la deforestación del Amazonia financiada por bancos españoles
Entre el 30 de junio y el 3 de julio se acoge en Sevilla la Conferencia de Naciones Unidas de Financiación Internacional para el Desarrollo, que se celebra una vez cada diez años. En este contexto, más de 40 organizaciones de la sociedad civil, entre las que se encuentran Alianza por la Solidaridad–ActionAid, Ecologistas en Acción, End Fossil Finance, Juventud por el Clima y Observatori del Deute en la Globalització (ODG), han enviado una misiva a diferentes organismos del Gobierno de España para que se ponga fin a la financiación y las subvenciones fósiles y no agravar más la crisis climática.
Entre estos organismos se encuentran el Banco de España, la CNMV, el Ministerio de Hacienda, el Ministerio de Economía, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones y el Gabinete de la Presidencia de Pedro Sanchez.
La misiva va acompañada de tres ejemplos de los impactos que las inversiones de bancos españoles, como El Banco Santander, BBVA y CaixaBank están causando en el medioambiente, acelerando la crisis climática; la pérdida de biodiversidad, fomentando la deforestación; y el militarismo, financiando la industria armamentística y apoyando empresas que contribuyen a la ocupación ilegal por Israel de los Territorios Palestinos o a las acciones que desarrolla en Gaza y que están siendo investigadas como crímenes de guerra, de lesa humanidad y genocidio en tribunales internacionales, en base a convenios sobre derechos humanos ratificados todos ellos por el Estado español.
El Banco Santander destaca por ser el banco español que más está financiando el sector del GNL (gas fósil licuado) y el tercero a nivel mundial. Por ejemplo, participa en la destrucción de la biodiversidad poniendo en riesgo a las ballenas del golfo de México con el proyecto Saguaro de exportación de GNL. Por otro lado, está entre los 20 bancos a nivel mundial que más financian tanto la deforestación de las selvas tropicales como las emisiones mundiales de metano, relacionado con la ganadería. Además, es el primero en el ranking de bancos del estado español que financian la industria militar, y presta servicios bancarios a empresas que no deberían ser elegibles ni según su propia “Política sector Defensa”, cuya aprobación y cumplimiento es responsabilidad del Consejo de Administración.
El informe ‘Banking on Climate Chaos’ sitúa a BBVA en la posición 39 de un total de 60 bancos a nivel mundial que más han financiado la crisis climática. Además, el BBVA figura entre los bancos que proporcionan recursos financieros a empresas vinculadas a la deforestación en la Amazonia. BBVA ha financiado a empresas armamentísticas como Boeing, General Dynamics, Leonardo, Oshkosh Corp o Rheinmetall que suministran armas a Israel que están siendo utilizadas en Gaza.
Por su parte, CaixaBank se sitúa en la posición 47 de 60 de bancos que más han financiado la crisis climática en 2023. El grupo CaixaBank aparece en la tercera posición de las entidades financieras con sede en España, por cantidad de crédito a los principales actores en sectores de riesgo para los ecosistemas. CaixaBank pese a su carácter su objetivo de “contribuir al progreso de la sociedad”, ha participado y participa en la financiación de fabricantes de armas y empresas que operan en los Territorios Ocupados Palestinos.
Entre las reclamaciones que las organizaciones han transmitido al Gobierno se encuentra cumplir con los compromisos internacionales que ha suscrito, como el Acuerdo de París, el BOGA (Beyond oil and gas alliance) y el COFFIS (Coalition on Phasing Out Fossil Fuel Incentives Including Subsidies). Y en ese sentido que aumenten la regulación del sector bancario, promuevan la desinversión en combustibles fósiles y se eliminen los subsidios fósiles, tanto directos como indirectos.
La misiva finaliza subrayando la necesidad de actuar en otros sectores de forma urgente: “Consideramos indispensable subrayar la urgente necesidad de crear normativas que implementen el control público y social efectivo sobre las actividades empresariales en la totalidad de la cadena de valor. Como también que incorporen la responsabilización administrativa, civil y penal de las empresas transnacionales, incluyendo el sector financiero, bancario y armamentístico, en el caso de recibir denuncias por la violación de los derechos humanos”.