Te contamos qué es, para qué sirve y cómo funcionaría la propuesta para implantar un abono único de transporte que puede transformar la movilidad de España y ayudar a reducir las emisiones del transporte. Lo han llamado T-lleva.
Imagina un abono transporte, pero a lo bestia y mejor: pues eso sería T-lleva, un abono único de transporte que permitiría usar todo el transporte público del territorio. Y no sirve solo para ir al trabajo o a estudiar dentro de tu ciudad o región, sino para moverte por todo el país, incluso cruzar fronteras, a buen precio y conectando todas las redes de transporte urbano e interurbano.
Y todo, además, con un objetivo medioambiental y social, reducir las emisiones del transporte y satisfacer las necesidades de movilidad de todas las personas. Adiós al coche, adiós gastos excesivos y adiós al avión.
T-Lleva: una solución al transporte realmente sostenible
Ante los nuevos precios del transporte público, Greenpeace advierte que la ciudadanía no puede seguir dependiendo de descuentos temporales que se revisan cada seis meses, ya que esto podría traducirse en una disminución de su uso.
Por ello, y aunque la organización valora positivamente el mantenimiento de algunas ayudas como la gratuidad del transporte público para los menores de 15 años o la creación de un nuevo abono único mensual válido para todos los núcleos de Cercanías, urge a que se tomen medidas estructurales para que no se reviertan los avances logrados en los últimos años en materia de movilidad sostenible.
Por ello, es urgente que el gobierno garantice que el abono único de transportes (también llamado billete climático, como el T-lleva propuesto por la ONG) se pondrá en marcha antes de que acabe 2025, tal y como ha anunciado el Ministerio en varias ocasiones, y que se concrete un calendario de implantación claro y transparente.
La organización reclama que este abono sea válido para todos los medios de transporte público, tenga un precio asequible para todas las personas y esté disponible para toda la población antes de que finalice 2025. Además, pide que se garantice su financiación con fondos públicos suficientes y estables, evitando depender de decisiones políticas coyunturales que tengan que ser revisadas cada seis meses.
“Las administraciones deben avanzar hacia la implantación de una política tarifaria estructural en el transporte no solo para jóvenes y personas mayores, sino que se consoliden de forma permanente para toda la población y que se continúe trabajando para mejorar frecuencias, ampliar redes y garantizar la accesibilidad en todo el territorio”, ha declarado Cristina Arjona, responsable de la campaña de movilidad de Greenpeace.
“Los avances logrados en movilidad sostenible no se pueden quedar en un espejismo. Un abono único de transporte asequible aliviaría el bolsillo de la ciudadanía y protegería la salud de las personas y el clima. Tras un proyecto tan exitoso como las bonificaciones en el transporte público, el abono debe ponerse en marcha lo antes posible.”
Un abono que gusta a la ciudadanía
Este abono además cuenta con un amplio respaldo de la ciudadanía. Según una encuesta publicada en septiembre de 2024, el 85 % de la ciudadanía apoya la puesta en marcha de este abono. El estudio también refleja que desde la puesta en marcha de las bonificaciones ha aumentado de forma generalizada el uso del transporte público, de tal forma que el número de usuarios habituales ha pasado del 28 % al 57,1 %. Además, hay que señalar que de los nuevos viajeros, que antes no utilizaban el transporte público, el 44,75 % provienen del transporte privado.
En esta misma encuesta se les preguntó si continuarán utilizando el transporte público en caso de que se retiraran los descuentos, el 36, 5 % indicó que viajaría menos, el 35,7 % optaría por usar más el transporte privado y el 27,8 % no modificaría su uso del transporte público, estos datos subrayan la importancia de consolidar políticas permanentes y dejan claro la importancia de que el abono se apruebe lo antes posible.
Por todo esto, la ONG hace un llamamiento a que todas las administraciones y partidos políticos colaboren entre sí para avanzar en la creación del abono único antes del fin de la legislatura. Es necesario contar con acuerdos transversales y de consenso en torno a la movilidad sostenible para que la ciudadanía cuente con un transporte público asequible, sostenible y de calidad.
Asimismo, la organización ecologista considera que el transporte público es un derecho básico e, independientemente de la zona en la que se resida (urbana, periférica o rural), la ciudadanía debe disponer de servicios mínimos que le permitan desplazarse de forma sostenible y sin dependencia del vehículo privado.
El transporte público es una solución que mejora la vida de las personas, favorece la igualdad y la equidad y a su vez reduce las emisiones de CO2 y disminuye la dependencia de los vehículos privados. España tiene ahora en sus manos la oportunidad de demostrar que la movilidad sostenible no es un gasto, sino una inversión, poniendo el dinero público al servicio del bienestar. ECOticias.com