Elegir un protector solar, no es una tarea sencilla. La gran mayoría contiene químicos tóxicos, que actúan a modo de disruptores hormonales o como cancerígenos, lo cual podemos evitar eligiendo cosmética ecológica, que formula sus protectores solares con productos naturales libres de tóxicos.
No obstante, además debemos tener en cuenta que no utilicen un filtro solar mineral de dióxido de titanio, ya que también es un ingrediente con efecto cancerígeno. Llegados a este punto, la alternativa es el óxido de zinc. Os contamos todo sobre este ingrediente y su asociación con un tema habitualmente controvertido, la nanotecnología:
– Tras estudiar los protectores solares disponibles en el mercado, tuvimos claro que no íbamos a elegir filtros químicos (disruptores hormonales) ni el filtro mineral de óxido de titanio (cancerígeno). El óxido de zinc se demuestra como el filtro solar mineral más recomendable (sin efectos adversos conocidos y protector frente a un mayor espectro de rayos solares).
– El protector solar, el protector facial y el bálsamo labial con protector solar de la línea Amazonia de Taller Amapola, todos ellos con óxido de zinc, sin óxido de titanio y sin tóxicos, elaborados con ingredientes naturales y certificados, era la opción que cumplía todas nuestras expectativas.
– A la hora de incorporarlos en nuestra tienda, encontramos que Taller Amapola hace un comunicado explicando que se han cambiado los métodos de medición de nanopartículas y ahora la Unión Europea sí considera que el óxido de zinc que utilizan tiene tamaño de nanopartícula.
– También ponen a nuestra disposición el documento del Comité Científico por la Seguridad del Consumidor, de la UE (de 112 pgs, cuyo resumen podéis descargar: EU_commision_facts_nano__zinc_oxide_octubre_2012) donde aseguran que el óxido de zinc en tamaño de nanopartículas es un peligro por vía inhalatoria en aerosoles, pero no aplicado en la piel en forma de loción o crema: “La información disponible sugiere que las nanopartículas del óxido de zinc no entran en el cuerpo a través de la piel. También sugiere que la cantidad de íones de zinc que pueden ser liberados de las nanopartículas de óxido de zinc y que pueden entrar en nuestro cuerpo a través de la piel, es probablemente insignificantemente pequeña”. Este mismo informe dice que los estudios demuestranque estas nanopartículas no se absorben, ya que no alcanza el estrato córneo de la piel.
– No consideramos absolutamente concluyentes los datos que ofrece la UE, además de que sabemos que las nanopartículas también tienen repercusión en el medio ambiente. Sin embargo, es muchísimo más de lo que tenemos sobre la gran mayoría de sustancias y por ello, la que más garantías ofrece.
– Ante esta situación, nuestra posición es utilizar el protector solar más seguroque hemos encontradocuando tengamos que exponernos al sol más de lo recomendable. Pero ante todo, lo que nos parece más lógico esprescindir de exposiciones solares prolongadas y a horas de máxima insolación, seguir nuestrasrecomendaciones de protección(sobre todo las recomendacionesya publicadas el año pasadode protegernos desde el interior mediante la ingesta de ácidos grasos, betacaroteno y antioxidantes)yutilizar elprotector solarcuando lo consideremos realmente necesario.
Con la información disponible, posiblemente estamos pecando de exceso de prudencia, ya que queda demostrada la inocuidad para la salud del óxido de zinc con nanopartículas. No obstante, estaremos atentos a la comercialización de un filtro solar sin nanopartículas (y sin ninguno de los otros ingredientes excluyentes para nosotros) o que sean autorizados a vender en Europa los que existen en USA que según dicen, utilizan óxido de zinc no-nano y resto de componentes también saludables.
Estaremos atentos a nuevas resoluciones de la UE y cualquier novedad.
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