El fin último de la operativa es que el compost obtenido sea de buena calidad y pueda ser utilizado en la agricultura sin restricciones, cumpliendo con todos los requisitos impuestos por la normativa vigente en este ámbito.
Los concellos coruñeses de Carballo y Aranga han decidido ampliar sus programas de compostaje doméstico de la mano de Sogama. Un total de 50 compostadores ya han sido suministrados por esta empresa pública en ambas localidades (25 en cada caso) a fin de que puedan ser entregados en otras tantas viviendas unifamiliares que cuenten con terreno (huerto, jardín y tierras de cultivo) en el que aplicar el abono resultante, cerrando así el ciclo de recuperación de la materia orgánica. De esta forma, Carballo cuenta con 125 compostadores aportados por Sogama y Aranga con 135.
Los recipientes, de 350 litros de capacidad, están fabricados con materiales reciclados y reciclables. Los nuevos usuarios serán instruidos por personal de sus respectivos concellos acerca de la mejor ubicación de los compostadores, que en todo caso deben estar en contacto con la tierra para permitir la entrada de los organismos descomponedores, la relación de materiales que deben y no deben ser depositados en los mismos, y control de parámetros tales como el oxígeno, la temperatura y la humedad.
El fin último de la operativa es que el compost obtenido sea de buena calidad y pueda ser utilizado en la agricultura sin restricciones, cumpliendo con todos los requisitos impuestos por la normativa vigente en este ámbito, con el objetivo de respaldar la labor ciudadana, Sogama también aportó a ambos concellos manuales de autocompostaje para que sean distribuidos entre los participantes y éstos puedan desarrollar la técnica de autocompostaje con mayor precisión y garantías.
Beneficios para los vecinos
Con esta ampliación, los entes locales pretenden seguir avanzando hacia una gestión más sostenible de los residuos en la que ocupe un lugar relevante el reciclaje de la materia orgánica.
Con ello podrán conseguir interesantes beneficios ambientales al verse reducida la frecuencia de recogida y transporte de la basura convencional y, por tanto, las emisiones de CO2 a la atmósfera; económicos, pues al entregar menos residuos a Sogama, se aminora el importe de la factura que deben pagar a la compañía pública; y sociales, al recuperar una práctica tradicional en el rural gallego como es la segregación de los restos orgánicos para alimento del ganado o elaboración de compost.
El seguimiento de la iniciativa correrá a cargo de las entidades locales, cuyo personal visitará casa por casa para comprobar la técnica, solventar dudas y corregir posibles desviaciones.