También se les ha comparado con pulpos peludos, pan podrido y estrella de mar volteada, entre otros descriptivos. Pero los expertos se refieren a ella por el género en su nombre, Phobetron, que significa: “ aquel al que se le debe temer”.
A la oruga Phobetron pithecium se le dice la oruga mono por sus extensiones peludas que alguna vez, a algún científico, se le parecieron a las colas de los mono.
También se les ha comparado con pulpos peludos, pan podrido y estrella de mar volteada, entre otros descriptivos. Pero los expertos se refieren a ella por el género en su nombre, Phobetron, que significa: “ aquel al que se le debe temer”.
“Son alienígenas y bizarras para la mayoría de las personas, y realmente provocan que todos se detenga a contemplarlas con curiosidad. Algunos las encuentran bellas, otros fascinantes y otros feas o repulsivas, pero todos se detienen, las miran, y les resulta algo nuevo e inesperado”, reflecciona Sam Jaffe, entomólogo y director de The Caterpillar Lab, organización que se dedica a educar a la gente sobre las orugas de EEUU a través de eventos e incluso arte.
Un nuevo video difundido por ellos esta semana procura captar la atención del público sobre la existencia e increíble variedad de estas criaturas. “Queremos que ahora que es la temporada pico la gente se detenga a mirar a su alrededor a ver si se cruzan con una y aprendan algo nuevo sobre ellas”, alerta el especialista.
Y es que a pesar de su apariencia bizarra, estas orugas oriundas del este de Norteamérica desde Canadá hasta la Florida no muerden ni son venenosas. Las orugas peludas en general, son conocidas por causar picazón y hasta fuertes reacciones, con tan solo rozar su ‘pelaje’ pero este no es el caso de la oruga mono.
Presenta, en cambio, unas pequeñas espinas por debajo de los pelos, más cercanas al cuerpo, como forma de defensa. Pero realmente no son una amenaza para humanos, sólo para animales que quisieran comérselos. ¡No hace falta temerle a Phobetron!.
Aunque muchas orugas presentan pelos, las de esta especie son únicas en la forma de su cuerpo: estas tienen una suerte de ‘tentáculos’ que le salen a los costados que además, para sumarle a su rareza, se le desprenden. Eso sí, como todas las demás orugas, también forman un capullo para convertirse en un adulto alado, en este caso una polilla.
Cuando llega el momento en su ciclo de vida de hacer metamorfosis, estas prolongaciones se desprenden del cuerpo y ella los entreteje como parte de su capullo. Las orugas de Phobetron se pueden observar generalmente durante el verano, arman sus capullos en otoño y aparecen como polillas alrededor del mes de julio.
La especie pertenece al grupo que se denomina orugas babosa. Llevan esta denominación las que en vez de tener apéndices como patas, se deslizan por medio de movimientos ondulantes sobre un disco en su base. Esta característica hace que se desplace haciendo una especie de vaivén que ayuda a parecerse a una hoja moviéndose con el viento.
Se pueden encontrar alimentándose de árboles de hojas lisas como robles y amelanchier, aunque también se alimentan de otras variedades como cerezos y pacanas. Es más común hallarlas en ecosistemas secos y de arbustos pero también aparecen en el fondo de casas y parques urbanos.