Los comienzos no fueron sencillos: unas pocas hectáreas, unos pocos pioneros, incomprendidos la mayoría de las veces. Años en los que ECOVALIA promovía y amparaba con escasos recursos estos primeros pasos. Fueron inicios de muchos experimentos, de mucha formación, de pocos medios, pero mucha imaginación. Los años iban pasando y fueron llegando las primeras salidas a ferias internacionales, las primeras ediciones de Ecotrama y Ecoracimo, los primeros actos promocionales.
En 1996 llegaron las ayudas agroambientales, un espaldarazo al sector que supuso no sólo el impulso a su crecimiento, sino también la constatación de que la Unión Europea apostaba por una forma de producir alimentos que no pusiese en riesgo la salud del medioambiente en el que tenían que ser producidos.
Los cambios a mejor y el crecimiento continuo han marcado al sector ecológico hasta llegar a la realidad actual. España es el tercer país del mundo con mayor superficie ecológica, con 2.355.000 hectáreas. En cuanto a consumo, aunque aún lejos de países como Dinamarca, Austria o Suiza por citar a los principales, estamos entre los 10 primeros con mayor consumo del mundo. El crecimiento del consumo ha supuesto una auténtica revolución del sector, pues hemos pasado de 905 millones de € de facturación en 2009 a 2133 millones en 2019. En gasto per cápita hemos pasado, en apenas 10 años, de 20 € por habitante y año a 46,6 €. Estamos en cifras que no encontramos en ningún otro sector.
Durante 2020, la crisis del COVID ha reforzado el consumo de alimentos ecológicos al situarse la salud en los primeros puestos de los criterios de elección de compra. Algunos subsectores han experimentado crecimientos de hasta el 35% en ventas.
A lo largo de 30 años en Ecovalia hemos trabajado cada día para hacer ver que hay otra forma de producir alimentos, que hay otra forma de entender la tierra y su majeo. Así, hoy más de 15.000 productores nos avalan. Este trabajo diario ha contribuido a que, en España, el 10% de la superficie agraria útil esté en producción ecológica, y a que se ponga de relieve el valor ambiental de la producción ecológica.
Pero si el presente es apasionante, el futuro no lo es menos, pues el fruto de todo este trabajo tiene su recompensa ante la mayor oportunidad a la que se ha enfrentado el sector a lo largo de toda su historia: el Pacto Verde Europeo. Europa planta cara al cambio climático y ha puesto encima de la mesa un ambicioso plan con el que pretende lograr la neutralidad climática en 2050. Dicho plan incluye todos los órdenes económicos de Europa.
Y el sector agroalimentario no lo es menos. La estrategia `De la Granja a la Mesa´ ha situado a la producción ecológica como principal herramienta con la que el sector agroalimentario europeo va a contribuir al logro del objetivo del Pacto Verde. En esta estrategia se marcan objetivos ambiciosos en materia de producción ecológica en toda la cadena productiva, desde la producción al consumo; pero hay un objetivo que es clave y definitorio de la importancia que tiene en la estrategia: en 2030, el 25% de la superficie agraria de la Unión Europea debe estar en producción ecológica.
Este ambicioso objetivo supone que España tiene que incorporar en los próximos años unos 4.000.000 de hectáreas más a la producción ecológica. Y no podemos olvidar que estamos ahora en pleno proceso de diseño de la futura PAC, la cual tiene una ambición verde más marcada y en la que el Pacto Verde va a condicionarla. Por lo que, a buen seguro, la producción ecológica se configura como una de las opciones más favorables para los productores agrícolas y ganaderos.
Tras 30 años, estamos en el mejor momento de Ecovalia que viene a coincidir con el mejor momento de la producción ecológica en España, momento del que estamos orgullosos de haber puesto nuestro grano de arena para su logro. Y estamos concienciados e ilusionados por los retos futuros que se nos presentan.