El Consejo Catalán de la Producción Agraria Ecológica (CCPAE), te explica con todo detalle, como son las inspecciones que se realizan a los agricultores ecológicos.
Con motivo de la 3ª Semana Bio, el Consejo Catalán de la Producción Agraria Ecológica (CCPAE) ha realizado hoy una visita guiada para medios de comunicación en una explotación de fruta ecológica en Barcelona para mostrar cuáles son los controles a los que se someten los operadores que hacen producción ecológica en Cataluña
La entidad de control y certificación ecológica ha explicado la normativa y los controles que hay detrás del sello ecológico europeo y catalán, visitando uno de los agricultores inscritos en el CCPAE en Esparraguera, Frutos Presas, uno de los socios de Can Perol
Varios medios de comunicación, entre radios, periódicos e informativos digitales, han mostrado su interés por descubrir los controles que avalan después un producto certificado como ecológico. La jornada concluyó con una pequeña degustación de melocotones, ciruelas y albaricoques ecológicos.
Los controles del CCPAE
El Coordinador Técnico del CCPAE, Oriol de Manuel ha sido el encargado de explicar cuáles son los diversos aspectos que auditan durante la inspección de seguimiento anual realizada por los técnicos del Consejo. En el caso de un agricultor ecológico, la visita in situ sirve para verificar que se cumple con la normativa europea en todo lo relacionado con el control de plagas y de malezas, la fertilización, así como el control documental obligatorio en cuanto a insumos, producción y ventas, para garantizar la trazabilidad de los productos.
De Manuel también ha enseñado cómo se toma una muestra de producto y cuál es el procedimiento para realizar las analíticas, que sirven para dirimir si el producto contiene alguien residuo de algún producto no autorizado para la agricultura ecológica. El técnico auditor del CCPAE ha explicado que también se comprueban las franjas de seguridad de las parcelas • las para evitar posibles contaminaciones de productores vecinos.
Una familia comprometida con el campo
La visita por la explotación ha sido llevada a cabo por Albert Presas, padre e hijo, propietarios de la finca La Ocata. Ellos pertenecen a una familia de frutales que decidieron hace casi ocho años hacer la conversión a la agricultura ecológica, y están contentos por el cambio que realizaron. «El abuelo hacía agricultura tradicional, luego se pasó a la química. Años más tarde decidimos dar el paso hacia la producción integrada y finalmente, hacia el ecológica «, explica Albert Presas hijo, que reflexiona sobre las diferencias entre producciones:» En agricultura convencional se habla de fertilización, en ecológica hablamos de la fertilidad de la tierra. La agricultura biológica pretende tener un suelo mineralizado que dé fuerza a las plantas y los árboles para resistir al clima ya las plagas «.
Tomadas hijo explicó que venden prácticamente toda la producción bajo la marca comercial de Can Perol, empresa de la que son socios. Comercializan por casi toda la demarcación de Barcelona, desde Mataró hasta Vilanova y la Geltrú y trabajan todo el año con un calendario de variedades de fruta hasta primeros de agosto y luego en septiembre vuelven a producir con otras variedades.
La familia productora explica que con el cambio ecológico bajaron la producción de fruta (entre 5.000 y 7.000 kilos por hectárea) pero se compensó con un aumento del 20% del precio del producto, aparte de los 3 años para convertir los cultivos leñosos a la agricultura ecológica.
El sector frutal ecológico crece pero sólo representa el 1% en Cataluña
El CCPAE ha querido dar a conocer las inspecciones que realiza a través de la experiencia en el campo con uno de los operadores inscritos en el Consejo que tiene certificados los cultivos de frutales, uno de los subsectores ecológicos que crecen pero todavía representa un porcentaje testimonial dentro del sector de la fruta en Cataluña.
Los últimos años confirman un crecimiento sostenido de la fruta ecológica, con 516 hectáreas inscritas en 2004, más de un 8% de aumento respecto del año anterior, o casi 5.000 toneladas producidas en 2013, que representaron un 15 % de incremento respecto 2012. Sin embargo, este sector en 2012 sólo significaba el 1% de todo el cultivo de fruta en Cataluña, aunque en Barcelona este porcentaje sube más allá del 10%.