“De un rico y característico sabor, las castañas son uno de los frutos más populares del invierno. Pero además de ser exquisitas, son bio y poseen una enorme cantidad de nutrientes, que las convierten en un alimento sano y muy nutritivo.”
Características generales
Las castañas son los frutos del castaño, un árbol muy grande nativo de los bosques montañosos de China, Japón, Europa y América del Norte. Botánicamente pertenecen a la familia de las hayas o Fagaceae y son del género Castenea; son monóicos, por lo que una misma planta posee flores tanto masculinas como femeninas.
Tras la polinización, las flores femeninas se convierten en frutos con envolturas espinosas, que encierran de 2 a 3 granos comestibles, de color marrón oscuro con corteza brillante, que pesan de 8 a 12 g dependiendo de la especie. En su interior, su núcleo dulce y almidonado presenta una carne cremosa de color marrón más claro.
Existen cuatro especies de castaños que se cultivan alrededor del mundo: las Castanea sativa en Europa, la C. dentata en América del Norte, la C. mollissima en China y la C. crenata en Japón. Estados Unidos es el principal importador de castañas producidas en la Unión Europea, aunque China ha sido el mayor exportador mundial de estos frutos, especialmente hacia Japón.
Los castaños de varias partes del mundo pueden considerarse unos grandes supervivientes, ya que, a principios del siglo XX, varias de sus especien, entre ellas el castaño americano fueron casi destruidas por un hongo patógeno (Cryphonectria parasitica), pero numerosas campañas han logrado que los especímenes de salvaran de la extinción.
Componentes y beneficios para la salud
Fibra y almidón
Las castañas, son relativamente bajas en calorías y contienen menos grasas que otros frutos secos, pero son una fuente muy importante de minerales, vitaminas y fito nutrientes, que benefician inmensamente a la salud.
Una de las características únicas de las castañas es que tienen un alto contenido de almidón y pocas grasas. La composición nutritiva de las castañas es, por lo tanto, comparable a la de otros alimentos tales como la patata, el maíz, el plátano, etc.
Son una buena fuente de fibra dietética, ya que proporcionan 8,1 g (aproximadamente el 21 % de la DDR) por cada 100 g de castañas. Esta fibra ayuda a reducir los niveles de colesterol en la sangre, al limitar el exceso de absorción de grasas poco saludables, a nivel intestinal.
Vitaminas
Las castañas tienen un perfil nutricional muy distintivo. Son excepcionalmente ricas en vitamina C, ya que 100 g proporcionan 43 mg de dicha vitamina (72 % de la DDR) y que es imprescindible para la formación de la matriz de dientes, huesos y vasos sanguíneos y también es un fuerte antioxidante, por lo que ofrece protección contra los dañinos radicales libres.
Otros grupos vitamínicos presentes en las castañas son los del complejo B: 100 g de dichos frutos aportan el 11 % de niacina, el 29 % de piridoxina (vitamina B-6), el 100 % de tiamina y el 12 % de riboflavina (los porcentajes se calculan sobre las Dosis Diarias Recomendadas – DDR).
Folatos
Estos frutos son muy ricos en folatos, de hecho, este tipo de elementos solo se encuentra en ciertos frutos secos y/o semillas. 100 g de castañas aportan 62 μg de folatos, lo que equivale al 15,5 % de la DDR.
El ácido fólico es necesario para la formación de los glóbulos rojos e interviene activamente en la síntesis del ADN. El consumo de alimentos ricos en folatos durante el período de la peri-concepción, ayuda a prevenir los defectos en la formación del tubo neural del feto.
Grasas sanas
También son una rica fuente de grasas mono insaturadas como el ácido oleico y los ácidos palmitoleicos. Los estudios sugieren que la presencia de las primeras en la dieta ayuda tanto a disminuir el LDL (colesterol malo), como a aumentar los niveles de HDL (colesterol bueno) en la sangre.
Una dieta rica en fibra dietética, MUFs, ácidos grasos omega y antioxidantes ayuda a prevenir las enfermedades coronarias y los derrames cerebrales, favoreciendo la presencia de lípidos sanos en la sangre.
Minerales
Las castañas nos proporcionan una gran cantidad de minerales necesarios para el buen funcionamiento corporal, como hierro, el calcio, el magnesio, el manganeso, el fósforo y el zinc, además de contener una dosis importante de potasio (518 mg por cada 100 g).
El potasio ayuda a combatir la acción hipertensiva del sodio, disminuyendo la frecuencia cardíaca y la presión arterial. El hierro ayuda a prevenir la anemia microcítica. El magnesio y el fósforo son componentes importantes del metabolismo óseo.
Las castañas, como el resto de los frutos secos no tienen gluten (que deriva del germen de trigo), por lo que constituyen un ingrediente habitual en dietas para celíacos o personas con algún grado de alergia al gluten.