La organización británica Grupo Cooperativo (Co-operative Group) ha lanzado una importante campaña para salvar a las abejas: mediante su denominado Plan Bee (bee significa abeja en inglés), esta cooperativa de empresas pretende frenar el declive de la población de abejas en el Reino Unido.
Un tercio de todos los alimentos que se consumen en el Reino Unido son polinizados por las abejas. Sin ellas, no existirían las manzanas, las cebollas ni el té. Pero las poblaciones de los más importantes polinizadores de la naturaleza se encuentran en peligro en el mundo entero, y nadie conoce los motivos por los que este insecto benefactor está desapareciendo. Desde hace años, los medios han estado informando sobre esta alarmante realidad y especulando sobre los motivos que podrían estar causándola: pestes, enfermedades, falta de alimentos, condiciones climatológicas, pesticidas e incluso teléfonos móviles han sido en algún u otro momento acusados del denominado síndrome del colapso de las colonias (Colony Collapse Disorder, CCD en sus siglas en inglés). Lo cierto es que en el Reino Unido una de cada tres colmenas no sobrevivió al invierno pasado.
La organización de empresas Grupo Co-Operativo, convencida de la responsabilidad de los pesticidas en este fenómeno y en especial de los neonicotinoides, lanzó en enero de 2009 su campaña Plan Bee, mediante la que exige al gobierno que lleve a cabo una revisión sistemática del impacto de estos pesticidas sobre las abejas de miel (esta familia de químicos ha sido vinculada al declive de las poblaciones de abejas en algunos lugares de Europa y su uso ha sido restringido en Alemania, Francia, Italia y Eslovenia).
El Grupo Co-operativo colabora activamente con la investigación sobre las abejas, con 150.000 libras esterlinas, la mayor donación privada destinada a esta finalidad, y se dedica a informar a apicultores y ciudadanos sobre las prácticas más adecuadas para atraer a las abejas.
De este modo, el Plan Bee imparte formación y equipamiento gratuito a los ciudadanos que quieran abrir un negocio de apicultura en la urbe. “Las abejas pueden vivir mejor en las ciudades que en el campo”, afirma Chris Shearlock, Director de Medioambiente del Grupo Co-Operativo. “Encuentran flores en los parques y jardines, y están fuera del peligro que suponen ciertos pesticidas aplicados a los cultivos”.
Pero lo que realmente debe ayudar a salvar a la abeja en el Reino Unido, cuya población ha disminuido de forma alarmante en los últimos 25 años, es la economía: como agente polinizador de árboles frutales y productor de 5.000 toneladas de miel anuales, la aportación de las abejas está valorada en 165 millones de libras al año.
Entre los cultivos que polinizan las abejas se encuentran la alfalfa, las almendras, las manzanas, las alcachofas, los espárragos, el aguacate, el brócoli, las coles de bruselas, la coliflor, el cacao, el cardamomo, las zanahorias, los pepinos, el puerro, el mango, la mostaza, la cebolla, la fruta de la pasión, los melocotones, las calabazas, el rábano, el girasol… (Fuente: A Spring without Bees by Michael Schacker, Lyons Press, 2008)
En octubre de 2009 y como parte de su campaña Plan Bee, el grupo Co-Operativo colaboró con el lanzamiento de la película “The Vanishing of the Bees” en Gran Bretaña. Filmada durante dos años en EEUU, Europa y Australia, la película explora la misteriosa desaparición de las poblaciones (Colony Collapse Disorder) de abejas a lo largo y ancho del planeta, e informa sobre la importancia de este insecto para la supervivencia del ser humano.
M.Prieto / Vida Sana